En la última fecha

Es la armonía lo que componía el fuego en la mesa, dos destinos puedes ver dentro de las estelas, uno fijo y el otro traumatizante. -¿Por qué hablo de fuerzas oscuras que dentro de la corriente se hacen fuertes, como si se hablara de un viejo o una muleta?. El destino rompe al final de todo el ritmo de la inocuidad que manejada por los frutos de la naturaleza se empapa de agua dulce que se moja contra las paredes.

-La misma noche en que vi a Gustavo quitarse el veneno de su lengua, su esmoquin bien parado dentro del closet había hecho alguna vez la misma sorpresa con un flojo amigo que iba despertando dentro de la habitación. Que irremediable tesoro y que mañana llena de puertas dentro de la casa a la que llamaban huésped.

Estamos dentro de la balanza, los niños pueden dormir parados de vez en cuando, por qué no, sentir menos que sus madres hasta verse rodeados por un cable eléctrico o una sonda del televisor hasta que duerman; el mismo año en que Fernanda vio afuera, en la noche ese humo escandaloso fuera de la ventana todos moríamos y sin la inspiración necesaria para derrotarlo todos mueren dentro de esas habitaciones.

-Soy del pueblo, hago mis labores de una mañana a otra sin significado, duermo en la noche y mis pies huelen bien, la ropa que uso va depositando mas y otra dentro del canasto y todo lo que amo a lo que llamamos biblia ha desaparecido con el tiempo para verse preñada por ojos o copias de ojos que ya no aguantan otro día de trabajo, el envidiable traje de Gustavo puede tener menos de un año que fue comprado pero todos sabemos por qué la mayoría de las personas somos practicas, como si buscáramos a un animal u otro fuera de la casa, el mismo abandono del que nos hablan nuestras madres por naturaleza.

-¡Estoy gritando tesoro!, ¿no alcanzas a ver como las puertas están junto al río?
-Todos somos humanos otra vez. –grita Gustavo
-Pero dentro, afuera… trae la manguera debemos apagar el fuego.

-Todos tenemos el buen físico de madrugar o tener algo con nuestro trabajo, ¿por que abandonar la casa por un simple relámpago?, el niño canta, la luna está al borde de nuestra última noche como huéspedes, hay que quitar las sabanas de las camas y dormir de nuevo.

El día en que dios dio por tumbar estas puertas y soportar el ultimo ruido de la noche, la casa, los dormitorios, el lago abandonado, sabemos por nuestros padres que es la naturaleza; tenemos como única sorpresa del origen o la llama que hay dentro de nuestros corazones el dolor dentro de nuestras cabezas o la infinita paciencia con la que nos han educado, fuera o no fuera de nuestra conciencia, fuera o no fuera de la naturaleza. Abordamos con el último peso de nuestro cuerpo ese país al que llamamos tierra y no es para nosotros lo que está escrito o no desde la primera era de esta vida.

-Gustavo toma la madera en el campo, frota las narices de ambas partes hasta ver su pie hecho trozos como canicas y después lo lanza contra el fuego… es lo único que podía mirar en ese instante Gustavo, su pie deformado por características propias de un hijo que no sabía nada sobre el artista que imagina o la mujer que toma el embarazo, ¿por qué mudar de piel, saber que estamos hechos de madera?.

- Fernanda sube a la montaña para ayudarlo mientras todo parecía callado, con menos prisa que otros días pero callado, junto al río, sonriente sin fuerza común o como quisiera ella decirlo en ese momento, Gustavo estaba parado junto a los arboles mientras ella se acercaba. Ahí vieron un lugar donde sentarse mientras que todos amenazados por el ruido del frío dentro de la piel fueron cayendo como niños dentro de las afueras del pueblo hasta verse encantados dentro de la misma casa.