“En mÍ acostumbra”

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Vierto mis lágrimas en la penumbra
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que dejó para siempre en mi alma una
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mujer. ( La soledad en mí acostumbra
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a leer).
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En despecho tatuados nuestros nombres,
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y los borro, y vuelven a aparecer.
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Vierto mis lágrimas en la penumbra
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que dejó para siempre en mi alma una
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mujer. (La soledad en mí acostumbra
​

a morder).
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Bello, hermoso, conmueve, una divinidad muy bonita.