1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

En un día de septiembre...

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por xss-Cristian, 17 de Mayo de 2009. Respuestas: 1 | Visitas: 1106

  1. xss-Cristian

    xss-Cristian Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    9 de Junio de 2007
    Mensajes:
    27
    Me gusta recibidos:
    0
    La habitación se inundaba del frio que como brisa entraba por el hueco del ventanal. Un aire frio que penetraba en mis pies descalzos generando un movimiento en cadena con forma de escalofrió que recorrió toda mi piel. La temperatura aniquilaba los últimos días de septiembre y daba la bienvenida a un octubre oscuro, sin sabor en las calles. La gente guardaba silencio, se escondían entristecidos por la presencia de los días grises. Tumbada, bocarriba, observaba el luchar por mantenerse encendida de la débil luz de la lamparita, que a ratos parpadeaba, que iluminaba lo bastante como para permitirme ver que todo era demasiado negro, que el cielo nublado, goteaba, que estaba sola, en esta casa vacía.
    A veces iba a la cocina, aunque me costara una tortura, y lloraba, y miraba todas esas pastillas, y lloraba, dejándolas atrás, iba al baño, sentada, escribía con mis dedos tu nombre en la pared mil veces.
    Y en la habitación, de nuevo, lloraba, tratando de recordar cómo abrazarías mi cuerpo si estuvieras, como harías desaparecer el frio. Tratando de recordar porque no estabas, y lloraba.

    Cenamos en la playa, todo con sabor a felicidad, oscureció, alquilaste una luna llena solo para mi, compraste las olas del mar, y lo regalaste a mis oídos como sonido de fondo para cuando me dijeras “te quiero”…
    Pintaste con tus labios un corazón en mi cuerpo, para cuando pensara que me olvidarías, tener siempre presente que no ocurriría.
    Siempre tuyo… Prometías. Siempre tuya, respondía.
    Enredabas tus dedos en mis dedos, enlazabas tu brazo a mi cuerpo, y me permitías saber que nunca estaría sola, sentirlo por momentos, grabarlo bien en mi corazón, siempre juntos, siempre…
    Tu me diste el primer beso, yo la primera promesa de amor, que vino acompañada de miradas y caricias que perdurarían al paso del tiempo.
    Nos casamos hace un año, un día de septiembre, y contemplar las estrellas abrazados decías que no era perder el tiempo, era perfeccionarlo, hacerlo nuestro. Y las noches nos pertenecieron. Tu componías melodías de guitarra solitaria, yo avergonzada cantaba, pero tú eras mío, y yo tuya. Y el calor nos fusionaba, la pasión que me mostrabas, la forma en que te amaba, que dolía en tu ausencia, pero ¡dios! Me hacías tan feliz a tu lado…
    Tirada en la cama, secaba mis lágrimas con mi pelo negro, y recordaba como con tu mano cubrías mi cara para retirar las lágrimas con caricias cuando lloraba, pero ahora no estabas.
    Y recordé, que te fuiste, un día de septiembre. Venias del trabajo, cansado, me besaste, y yo, temblorosa, con el corazón latiéndome a mil, te di la noticia mientras me abrazabas.
    Fue la última vez que me miraste, la última vez que me besaste, que escuche tu voz, reconfortante, acogedora, y tu sonrisa no me volvió a iluminar más… Siempre juntos, lo prometiste… Y lloraba y no cesaba de escribir tu nombre en cada pared de esta casa vacía, en cada parte de mi cuerpo.
    Saliste de casa, corriendo…
    Los minutos que siguieron, fueron lentos, mirando por la ventana, esperando tu regreso, y pude verte, a lo lejos, y baje a abrazarte y besarte porque no podía esperar más. Después, ese ruido horrible, y la gente alrededor, y abrirme paso entre la multitud, llorando, gritando tu nombre…
    Y tu cuerpo, tirado en el suelo, sostenía el osito blanco que compraste para nuestro bebe, aun en camino, porque de la emoción no pudiste esperar, y después de darte la noticia, no pude decirte tantas otras cosas…. Que siempre tuya… Que te quiero… Que si te pierdo me muero…
    Y lloraba, sobre la cama, abrazando aquel osito, acurrucándolo en mi tripita, que tenia tu esencia, una parte de tu vida, parte de tu nombre.
    Nunca olvidare que te conocí un día de septiembre. Que un día de septiembre te dije que siempre seré tuya. Te marchaste un día de septiembre, y yo me marche contigo. Siempre juntos.
     
    #1
    Última modificación: 17 de Mayo de 2009
  2. 16/07/92

    16/07/92 Invitado

    Pues yo sentí tanta tristeza... me sentí dentro de la historia,creaste buena imgénes, hermosa historia, triste final... buena narración.

    Besos.
     
    #2

Comparte esta página