Enfermiza conciencia

El rostro desdibujado plasmado en el espejo daban cuenta de la amargura e inclemencia de mi estado, mis ojos parecian estar desalineados y fuera de orbita y solo conseguían ver las imágenes mas prominentes que estaban en mi casa, los ruidos de afuera eran un enigma, antes habia visto rostros ajenos que parecían no existir pero estaban alli, con sus pensamientos entusiasmados en el bienestar personal en cambio yo estaba inserto en una tragedia que no acababa sino que iba cambiando de contexto y no conseguia llegar a la razón, pensaba en lo perfecto que es la mente humana que consigue adaptarse a toda concepción a veces comprenderlas y a veces evadirlas pero no se trauma en cambio con cada palpito que daba mi corazon mas se distorsionaba mi alma, alma cansada de luchar con la propia conciencia que adquiere experiencia pero que se abruma con tanta locura.
Empezaba a creer que estaba controlando mi ser pero aparecen mas y mas trancas que al final se transforman en abstinencias, en obstáculos que atormentan mi existencia no estaba en ningun lugar estaba con mi pensamiento perdido quien sabe donde, parecia como un sueño una vivencia irreal, el problema era que cada segundo estaba pasando y cada minuto era espantoso, de pronto pasaban horas y no conseguia reaccionar, “como queria despertar” volver a la casi perfeccion que me daba el angel blanco salvador del cielo y de la tierra como queria hablar con el como queria tocarlo para que me sanara para que me devolviera la esperanza de una vez, de un golpe y se quedara allí aunque viviera en una pecera pero al menos tener la esperanza, es como estar cayendo de una quebrada pero sabiendo que caeria en una nube inquebrantable y no en rocas que destruirían mi cuerpo.

Cada síntoma era una gran incógnita porque nada coincidía, en un momento dado estaba en calma y luego la vida se transformaba en un laberinto, en caminos que no llevaban a ninguna parte pero algo me hacia creer que cada paso que daba era un paso que me llevaria a la luz en algun momento dado de mi vida, el problema era cuando, ya había luchado dieciocho años cuantos mas debian pasar para cambiar mi estado a veces creia tener la razón pero siempre aparecia un “pero” que revelaba la equivocación.

De pronto me acordaba que había un pasado y empezaba a recordarlo y cada situacion que había vivido había sido una ardua lucha entre yo y la enfermedad.

Me esforzaba una eternidad en comprender la enfermedad llegaba a distintas conclusiones pero creo que la mas correcta era que me estaba volviendo loco incluso mas demente que la propia enfermedad que tenia sus patrones bien claros.

Era evidente que el tiempo me había desgastado cada espacio de la ciudad era un lugar traumático cada persona me causaba miedo, en el fondo mi vida se había transformado en una batalla y la unica forma de abordarla era seguir vivo para ir conociendo mi conciencia y hasta donde esta podia controlarse.

 

Bienvenido ANTONIO me engatusaste con tu relato, seguire detras de tu pluma, un abrazo