Entre sueños y realidades.

El amor que por ti albergaba, tuve que sellarlo en lo más profundo de mi ser, fingiendo que todo estaba bien. Pero en mi alma no deseaba tu partida, gritaba en silencio que te quedaras a mi lado. Te buscaba en mis sueños con ansias, recorriendo paisajes de anhelo, pero en ninguno lograba encontrarte. En el fondo, mi corazón solo te aguardaba, esperando tu regreso, mi amada.

En cada rincón de mi mente, tu recuerdo se convertía en un susurro constante, una melodía que no podía silenciar. Las noches se volvían eternas, con la luna siendo testigo de mis lágrimas silenciosas y mi deseo por tu calor. A pesar de la distancia y el tiempo, mi amor por ti permanecía intacto, floreciendo en lo oculto, deseando el día en que nuestras almas se reencuentren.

Mientras tanto, sigo viviendo en la esperanza de que un día, esos sueños que una vez fueron solo ilusiones, se conviertan en nuestra realidad compartida. Y así, aunque el mundo no lo sepa, mi amor por ti sigue vivo, eterno y verdadero, esperando pacientemente hasta que volvamos a encontrarnos.

 

Lo siento, no sabía dónde colocarlo