Era un pro hombre,

Se alzó más allá de todos nosotros,

comía en nuestra mesa,

tan insignificante parecía,

pero no lo era,

quería poder,

esa era la diferencia entre él y nosotros,

y lo tomó del entorno,

desplazó todo concepto,

utilizó cualquier patraña,

disimuló tanto para conseguirlo,

ocultó planes en su manga,

nos hablaba que era del pueblo,

que había dejado de ser hombre

para ser un líder,

capaz de ser dueño de nuestras vidas,

logró todo y mucho más,

se creía un Dios absoluto,

en mi propia Patria,

la ley misma.

Disparaba su molestia muchas veces,

la tierra temblaba con su enojo,

pero era tan sólo un pro hombre,

buscando el lodo de la tierra.

En el silencio de la noche lloraba,

muchas veces su temor era más grande que su deseo de gloria,

regresar a su antiguo estado,

le generaba mucha angustia,

eso parecía ahora imposible,

si, eso de dejar ahora el poder,

tan absoluto,

tan completo,

dejar de ser la ley misma,

dejar las mieles del halago,

el control absoluto

el poder de la lengua,

eso era peor que la muerte,

cerrar su boca,

tan sólo un instante,

escuchar, aprender,

vivir lejos de las luces y los micrófonos

dejar hacer,

que la Patria camine por si misma

que se incorporen los trabajadores,

y no los oportunistas,

Era un pro hombre,

se alzó más allá de todos nosotros

transformó todo,

lo humano y lo divino,

trastocó todas las leyes de la República,

un nuevo sueño nacía,

para este nuevo ciclo,

para este nuevo concepto de hombre socialista,

revolucionario de pancarta y dogma,

algo tan difuso y comentado en el pasado,

eso que se afirma tan elocuente,

tan trillado,

que el poder es del pueblo,

que ahora si lo ejerce,

el pro hombre se montó en esas ideas,

antiguas de por si,

una autentica utopía,

ahora lucha contra la Naturaleza,

es un problema de poca Energía,

casi ausente en un futuro próximo,

es “el niño” el culpable, afirma con énfasis,

es algo elemental básico para nuestra subsistencia,

vital para trabajar,

producir,

son problemas graves de los elementos,

de la Madre Natura,

o la falta de ellos,

es el agua,

la luz eléctrica,

la comunicación,

el alimento que no producimos,

nuestra dependencia total,

la inutilidad de nuestra tierra y de nosotros mismos para autoabastecernos,

el caos y la ineficiencia,

el pro hombre grita: “Menos mal que llegó la revolución”,

las focas aplauden embelesadas,

el pro hombre está en éxtasis cuando dice esas palabras,

Era un pro hombre,

se alzó más allá de todos nosotros,

comía en nuestra mesa,

tan insignificante parecía,

pero no lo era,

quería el poder,

eso lo hacía diferente