Érase una vez...

ÉRASE UNA VEZ...

Y una diosa, bajo a ver de donde venían esos
alaridos de sacrificio, cuando cae la tarde,
y todos los apartamentos se congelan,

gritos que son las trompetas del llamado
a los reptilianos, si esos mismos; que acuden
al ritual para drogarse con el rito anti-humano.

(no confundir con los grises, porque esos si existen)

Porque la sangre inocente no muere,
si no que, clama justicia al trono de fuego;
que todo lo gobierna demostrando
que esta vida fugaz no es del todo nuestra,

y empezó a derramarse la copa de la paciencia,
de las piedras vivientes que nos observan,
mayestáticas desde arriba.


SE LES ACABÓ LA DIVERSIÓN.

Porque eso si era sobrenatural:
hacer que pasen cosas; y se la pasaban
disfrutándolo, como una revelación interna,
de creerse dioses de la nueva era, ja.

Pero no eran más que una banda de hampones,
hombres-bichos que se llenaron de terror;
pues sus decretos en contra de la madre Gaia
ahora regresaban a sus labios, sin ton ni son.

Todo es muy confuso.

Y por las noches quieren trepar las líneas sagradas;
pero solo enloquecen en la oscuridad.
Porque de repente bajo otro reino,
sobre su reino de lo irreal, donde ellos reían.

Hasta ahora...

Y todo ya está raro para ellos,
como si su mundo se desvaneciera.
Deben andar con cuidado. En silencio.

Cualquier pensamiento de maldad y
...se pueden derretir y hacerse humo,
como la cera se derrite ante el fuego; tal cual.

Como rodeados de un mar de fuego invisible,
que los ennublece y quiebra su entorno;
es el sol que se oculta, y siento frío,
-dijo uno de ellos- temblando.

“Acabo la jornada” -dijo otro-
y mirándose entre ellos, van retorciéndose
y resbalando... hacía el seol.

Cuando baja la nube.

 

Muchísimas gracias a ti bristy, por pasar por aquí, por leer y dejar un mensaje muy generoso.
Saludos también y a tus órdenes
Freddy