Eres mi historia

5 de Febrero de 2003, no sé por qué siempre recuerdo muy bien las fechas cuando en ellas estás tú. Un día de Mayo del 2001 habías decidido el no va más, mi GAME OVER. Por dos años viví atormentado con la misma historia, en una esquina con los ojos llenos de lágrimas y el corazón lleno de rabia... TÚ. En la otra esquina rogando no lo dejes, con mil explicaciones... YO. Las lenguas viperinas lograron convencer a tus celos y desconfianzas de que yo te había engañado, y sé que aunque han pasado ya 12 años aún crees que lo hice, como ésta es mi versión de la historia no importa que lo niegue, aunque Dios sabe que jamás quise a nadie más que a ti en esa época, yo he sido idiota, tonto, celoso, infantil, desconfiado, vago (vaya si que me deshice solo) pero nunca fui infiel a quien amé. Fue tan grande mi dolor que después de ti no quise estar con nadie mas. La vida siguió, te lloré, te pensé, te sufrí, amor de niños que empezaban a vivir y yo ya estaba muriendo de amor. La vida siguió, entendí que vivías tu vida lejos de mí, que tal vez eras feliz, te imaginé besando otros labios, sonríendole a otro, y por Dios que me dolió, diría que no quería comer, pero creo que fue mi antidepresivo, fútbol con los amigos, risas y carcajadas que me ayudaron a vivir. Te veía con tus amigas, mis amigas, que por regla femenina te apoyaban, y por ley de amistad te decían que yo no había hecho nada, pero ya habías elegido no creerme. Te veía y aunque me moría por ir corriendo a ti y lanzarme de rodillas y suplicarte que regreses, pero no te miré y seguí mis pasos escuchando tu risa, me habías superado. Esos dos años los viví sin pensarte, creí superarte hasta que alguien vino y me dijo hay alguien que quiere verte, y yo acepté, ya era hora de volver a intentarlo. Llegamos a una casa, yo me senté en la acera del frente, un extraño sentimiento se apoderó de mí, me pasé dos años culpándola de lo que sufrí por no creerme, y en ese momento yo la vi salir de aquella casa, atravesando la reja como una metáfora en la que el amor volvía a estar libre. Huí, no cómo pero yo ya no estaba ahí. Dos años me pregunté ¿Qué haría si la vuelvo a ver? Y hoy estaba a 20 metros de ella, 21, 25, 40, 55, un miedo a estar cerca me hacía escapar, pero... algo me hizo regresar, necesitaba saber por qué. Enfrenté a esa mujer que me hizo tanto daño al dejarme pero que hoy quería verme. Recuerdo muy bien su voz cuando me dijo: Felicidades, sé que han pasado 4 días de tu cumpleaños pero no me olvidé, sentir su abrazo encendió una llama que nunca se había apagado. Yo ya no era ese niño enclenque de 50 kilos, ahora si había de donde agarrar como dice Bart, ehem... volviendo al tema, ella estaba más hermosa que nunca, y luego de algunos minutos no sé cómo ni por qué, pero nuestras manos se habían atado y nuestras bocas como polos opuestos se atraían de tal manera que provocaron un beso que llenó de electricidad mi cuerpo, fue mágico e indescriptible. Lograste revivirme. Definitivamente siempre serás parte de mis recuerdos, porque eres mi historia, fue el penúltimo beso que te di, y todavía no se me ha borrado. Como dice la canción: He besado otras bocas buscando, nuevas ansiedades, y otros brazos extraños me estrechan llenos de emoción, pero sólo consiguen hacerme recordar los tuyos, que inolvidablemente vivirán en mí.