Eres.

Un mundo recorrido, una vida malgastada y una búsqueda incompleta. De noches extensas, de silencios y estrellas finitas. De noches negras, ahogadas en suspiros que no parecían terminar. De noches sin luna, sin brillos, sin aire, sin cordura. De días insípidos, opacos, grises y enfermos. De días melancólicos, borrachos y olvidables. De una vida vacía, agónica, con esos dioses desconocidos burlándose de la tragedia. De una vida absurda, perpleja, fugaz e inconexa. De todos los mundos de ensueño, de todo el fuego infinito, de todos los sueños falsos, del eterno retorno, de la serpiente doméstica, del temor infundado, del oído incrédulo, de los labios traidores e insensibles. Del pozo que observa cauto y peligroso. De las falsas promesas, de las cien palabras, del pasaje oscuro y del nombre de tu estrella. Un deseo inexorable y un augurio secreto y divino hicieron su apuesta. Como el pintor y su lienzo, como el rocío sobre el pétalo de la rosa infame, como la nube palpando el fugaz arcoiris, como las golondrinas danzando el viento del oceano; mi Galatea, naciste de mis más profundos deseos y ruegos lanzados hacia el visillo y el telar del puente nocturno. Mariposa del caos, con un aleteo ordenaste el rompecabezas del universo y uniste los puntos del diagrama de mis sueños. Heme aquí, unido a tu encanto y desierto floreado. Heme aquí, con más respuestas que preguntas, sin nudos ni defensas, cercano al sol y a las flores que marchitan de vez en vez. Heme aquí, semidios entre figuras celestiales, envidia de las aves que vuelan cerca del sol; ícaro moriría una y mil veces por volar cerca de tí. Eres la pluma que escribe el capítulo, eres los ojos que ven el camino, eres el cabello que me enreda y me duerme, eres los pasos que sigo a ciegas, eres las dudas despejadas, el amor bíblico, las promesas cumplidas, el trozo de cielo, el eterno deseo, la seguridad, el retrato de diosa. Eres la pieza de rompecabezas perfecta, nacida entre soles, elogio de ángeles, destinada a iluminar el verano gélido y el invierno estático. Eres el sueño que siempre contemplé despierto.

 

Muchísimas gracias, estimado. Fue exactamente lo que intenté plasmar. Un saludo.