Es tal tu placidez... Febrero. Ana.

Te llevo apaciguada aquí en mi frente

cubriendo con tu amparo mi sesera,

pintando desazón y primavera,

invierno… mas invierno providente.


Me brindas la ocasión de darme ardiente

al verso de tus labios, compañera.

Amar es la razón que más libera

y a besos te libero… libremente.


Subsano mi estertor con tu murmullo

hablándole bajito al alma mía

y en esa placidez me reconstruyo…


Me llego a tu milagro cada día

con la finalidad de ser más tuyo

queriendo ser más tuyo todavía.

 

Otra muestra más de tu gusto delicado es este magnífico soneto. Admiro esta capacidad tuya de regalar exquisita poesía, estimado compañero.
Con mi saludo muy cordial. Le deseo todo lo mejor a la composición y a su autor.
Salvador.

 

Salvador, muchas gracias! Es usted muy amable. Lo mismo le deseo. Con afecto y sinceridad.
Esteban.