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Escapando de casa.

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por juana rivera medina, 29 de Julio de 2011. Respuestas: 8 | Visitas: 969

  1. juana rivera medina

    juana rivera medina Poeta fiel al portal

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    Era mi abuelo Madaleno un hombre tiránico con toda su familia. Sus hijos eran sus peones y los hacía trabajar de sol a sol, desde que empezaban a caminar.
    Mi padre nació un l6 de Febrero de 1926 y fue el tercer hijo de los que sobrevivieron de mi abuelita Pancha.
    Cuenta que nació con el nombre de Edemésimo y así pensaron dejarlo. Pero fue gracias a su abuelita Epitacio que no podía pronunciar dicho nombre y le decía Menso cuando le llamaba a gritos por el rancho, que decidieron cambiarlo por el de José a lo que él agregó el De Jesús en uno de los varios cambios de nombre que tuvo a lo largo de su vida joven.
    El y sus hermanos eran frecuente y cruelmente golpeados con tal saña por su padre que alguna gente caritativa, y horrorizada por las golpizas que propinaba a su familia, lo denunció con las autoridades de Aguascalientes.
    Fue mandado llamar ante la justicia.
    -Si sigue maltratando a sus hijos se los vamos a recoger- amenaza un policía, pensando asustarlo, a lo que Don Leno respondió-Tráiganselos cuando quieran, manténganlos, a ver si es cierto…-claro que no era cierto. Mi abuelo regresó a su tierra sin recibir ningún castigo, y siguió con su régimen de terror en contra de su familia.
    Los obligaba a montar, aun antes de que aprendieran a caminar, haciéndolos inmunes al dolor y al terror que podían haber sentido siendo tan pequeños Les asignaba obligaciones en cuanto tenían uso de razón. Cuidar animales, alimentarlos, desyerbar y sembrar los grandes campos de maíz y frijol, vigilar el ganado mientras los llevaban a pastar, montados ellos en broncos machos, que eran animales fuertes y resistentes para los rudos trabajos del campo.
    Nos contaba mi papá que había que besarle la mano al saludarlo e hincarse ante él para ofrecerle un vaso con agua. Que los hacía hincarse también para castigarlos, con un fuete para caballos, o simplemente con un leño, el cual estrellaba en sus hombros, espalda y cabeza, causándoles heridas graves y desmayos.
    Toda la comida era guardada en un cuarto con llave, y el tenía la única copia. Para cocinar mi abuela tenía que pedirle hasta lo más indispensable, como la sal.
    No se diga un huevo, que solo el comía o maíz que eran entregados por su mano, no sin antes cuestionar, que se había hecho con lo anterior.
    Todos comían, invariablemente, Frijoles, tortillas y chile molido en molcajete y tomaban agua, traída en grandes cántaros de la represa que estaba en sus terrenos por mis tías o mi abuelita.
    Solo Don Leno, podía comer huevos y algunas veces hasta un trozo de carne, ante la mirada codiciosa y hambrienta de sus hijos.
    Cuenta mi papá que una vez se le acabó la sal a mi abuelita y así cocinó los frijoles. Mi abuelo tenía uno o dos días sin venir a la casa por lo que ella no tenía de donde proveerse de nada.
    Cuando Don Leno llegó a su casa, se aprestó a cenar.
    -¡Me lleva…! ¡Pancha, esto no tiene sal!- dijo escupiendo el bocado de frijoles que un momento antes de había llevado a la boca.
    -Pues se me acabó y como no habías venido…- a mi abuela no volvió a faltarle la sal, pero si otras muchas cosas.
    Tal vez por eso, sus hijos menores, Andrés, Jesús y Juan se las ingeniaban para sustraer bienes del rancho sin que mi abuelo se diera cuenta, no así mi papá, mi tía Josefina y mi abuelita que sufrían grandes sobresaltos al pensar que fueran descubiertos.
    Un día abrieron un boquete en el techo de la troje, donde mi abuelito guardaba el maíz y el frijol, y por ahí sacaron varios kilos de los granos que cargaron en dos burros para llevarlas a vender a la tienda del pueblo. Para mantener el nivel del grano y no ser descubiertos, metieron entre el producto varios troncos.

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    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Mi abuela sabía, al igual que todo el pueblo, de las infidelidades de mi abuelo, que igual y no era muy discreto. Nos contó mi papá que una vez llevó a vivir a la querida en una casa en los mismos terrenos del rancho y que mi abuelita tuvo que cocinar y mandarles comida a los dos.[/SIZE]
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    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Era mi padre especialmente querido por su mamá y por su hermana Josefina con quien tenía una gran afinidad.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Nos cuenta mi tía, que ella y mi abuelita lo escuchaban bajar del cerro, porque siempre bajaba silbando [B]El hijo desobediente[/B], una canción que siempre le gusto mucho.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Cariño que le valió ser aborrecido por sus hermanos. Nos contó que mi tío Jesús un día que mi papá estaba dormido en una hamaca y como no le quiso dar la llave que mi abuelo le había encargado ese día, tomando sus machete, y sin ningún escrúpulo le asestó un golpe en la cabeza, causándole una importante herida, que le ocasionó una fea cicatriz en la frente y un mechón de canas por el resto de su vida.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Ese ambiente de violencia dejó en mi padre una huella imborrable y lo hizo un ser violento, iracundo y siempre a la defensiva.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4] [/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Mi padre correspondía con creces al cariño de su madre por eso sufría al ver las golpizas que recibía de su esposo.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Extrañamente, ese tiempo de su infancia lo marcó para el resto de su vida.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Tendría unos doce años, cuando al ver el rostro lastimado de Doña Panchita como la llamaba cariñosamente, sintió el impuso de devolverle a su padre los golpes.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-No hijito- suplicó su madre- mira que la tierra se abrirá para tragarte si levantas la mano contra tu padre.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-¡No me importa madre! Le cobraré todos los golpes que le ha dado…[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-No Chepe, tu papá te matará-[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-O lo mataré yo- el grito angustiado de madre y las lágrimas y ruegos, lograron hacerlo desistir de su propósito. Sin embargo, antes de amanecer salió de su casa sabiendo que un día no lo contendría ni su madre. Caminó por entre los matorrales, lo que el ocasionó varias heridas, sobre todo en piernas y pies, nos contó que al pasar por las rancherías varias veces fue apedreado por los habitantes que lo creían un Hombre del Mal.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Mi pobre abuela sufrió mucho con la partida de su hijo, dice mi tía que siempre estaba llorando, no así mi abuelo a quién pareció no importarle.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Mi papá como pudo llegó a Aguascalientes. [/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Hambriento caminó por las calles, y tuvo que comer de la caridad pública y a veces hasta de los botes de basura para sobrevivir.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Dijo que un día llegó a la estación de trenes y se puso a descargar vagones para ganarse unos pesos. Trabajó todo el día y al llegar la noche buscó acomodo en un vagón para dormir. Estaba tan cansado que se durmió profundamente.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]A la mañana siguiente, al despertar, estaba en una cuidad desconocida, enorme y bulliciosa.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Caminó hasta un mercado cercano y buscó en los botes de basura cáscaras de frutas para poder comer, luego consiguió un poco de agua para beber.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-¿Donde es aquí?- preguntó a una señora.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-Esta es la Cuidad de México, la capital-le respondió la señora.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Mi padre volvió a la estación en donde estuvo viviendo por algún tiempo.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Pasaron varios meses, mi padre se había acostumbrado a su nueva vida, la ciudad ya no lo asustaba, había aprendido a sobrevivir en un entorno diferente al suyo.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Un día, se puso a esperar la llegada del tren para cargar maletas y ganarse unos centavos más.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-¿Le ayudo señor?- se acercó a un ranchero que bajaba en ese momento del vagón.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-Si chamaco- dijo el hombre entregándole dos pequeñas maletas-llévame a un restaurante, para poder comer algo mientras llegan por mí.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Mi papá, para ese momento estaba vestido con andrajos, sucio y sin huaraches.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]El hombre lo miró fijamente, buscando algo por entre la mugre que le cubría el rostro.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-¿No eres tú Chepe, el hijo de Don Madaleno Rivera?[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-¡No… no!- intentó correr mi padre al verse descubierto, pero el ranchero lo atrapó del brazo.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-No tengas miedo, yo te ayudaré a volver a tu casa. Tu madre te ha buscado por todo Aguascalientes. ¿Cómo has llegado hasta aquí?-mi padre lo miraba asustado.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Volver a casa era lo que menos pensaba hacer.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]El hombre, que era amigo de mi abuelito, lo llevó a comer y luego a su hotel, donde lo hizo bañarse. L e compró ropa nueva para devolverlo a sus padres.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]M i papá pensaba que hacer para escaparse. Nomás de pensar en enfrentar a su padre, sentía un gran miedo. Sabía la golpiza que le esperaba, y aunque le dolía el sufrimiento de su mamá no pensaba regresar.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Algo que le causaba mucha gracia y que aun al contarnos se moría de la risa fue cuando tuvo la urgencia de vaciar sus intestinos.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-Oiga Don, ¿y aquí donde puedo zurrar?-se atrevió a preguntar después de recorrer con la mirada todo el elegante cuarto del hotel.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-Ven por aquí muchacho- sonrió el hombre comprensivo-Mira, aquí te sientas y puedes hacer lo que quieras, cuando termines, le jalas a esta cadena y el agua se llevará todo-Le mostró una gran taza de cerámica pegada al piso, que mi papá había visto antes, al bañarse, pero a la que no le pudo hallar uso. El hombre salió cerrando la puerta.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Mi papá, con desconfianza se dispuso a probar aquel artefacto. Se sentó, y ante la urgencia de su cuerpo, en unos momentos estaba ya bastante relajado. Luego buscó con la mirada con que limpiarse, pero no identificó nada parecido a lo que él conocía.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-Oiga Don –gritó-¿Con qué me limpio?[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-Aprieta en botoncito que está detrás de ti-le respondió el hombre. Mi papá lo hizo y sintió como algo recorría sus partes privadas.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-¡Órale!!!-gritó levantándose rápidamente, para alcanzar a ver una varilla de metal en cuyo extremo estaba una esponja, que al aparecer era la encargada de limpiar el cuerpo.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Mi padre se carcajeaba cuando nos contaba este episodio.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]La oportunidad de escapar se le presentó ese mismo día. El amigo de su padre tenía una importante cita de negocios y al día siguiente volverían a Aguascalientes.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-Te quedas aquí mientras yo regreso, no te vayas a salir porque puedes perderte hijo, y en esta ciudad tan grande no te encontraría de nuevo.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Ahí hay comida, pero si necesitas algo lo pides a la recepción.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Salió dejando a un aliviado Chepe que solo esperó unos minutos antes de salirse del hotel y perderse de nuevo en las calles de la gran ciudad. [/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-¿Por qué lo haría?- preguntó el hombre a un Madaleno serio y pensativo, una vez de regreso a su ciudad-Se veía que estaba batallando para sobrevivir.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]-Gracias amigo mío, al menos ya sabemos donde está y que está bien. Ya volverá…[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Pero mi padre no pensaba regresar, al menos por el momento.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Cerca de dos años estuvo viviendo en precarias condiciones, hasta que tuvo la fortuna de conocer a la dueña de una fonda donde comían varios militares.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Un día llevándole la canasta del mandado, le contó a la mujer su historia.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Ella compadecida, le invitó a trabajar con ella en la fonda. L e daría un pequeño sueldo y un lugar para vivir. La comida no le faltó desde entonces. Mi padre era un hombre muy trabajador y desquitó con creces la ayuda de la mujer.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Sin embargo no pasó mucho tiempo para que se diera de alta en el Ejército, donde desarrolló la mayor parte de su vida.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Era un hombre recio, madurado antes de tiempo, alto y fuerte y con una gran facilidad para domar caballos salvajes, producto de su extracción campesina.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Habilidad que le fue de gran utilidad en el Ejército, ya que rápidamente fue acomodado en las caballerizas y estaba encargado de domar los caballos que el Cuartel adquiría para uso de los militares.[/SIZE]
    [FONT=Book Antiqua][SIZE=4]Su vida dio otro giro, y aunque frecuentemente pensaba en su madre, el rencor que lo dominaba no lo dejaba volver. [/SIZE][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT]
     
    #1
    Última modificación: 2 de Agosto de 2011
  2. Merry

    Merry Poeta adicto al portal

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    Querida Juana me gustó tu prosa pero que triste al mismo tiempo
    huir de las manos de quien te maltrata y cuando esa persona es tu padre
    es doble sufrimiento.
    Gracias por honorarme con tus bellas letras amiga.
    Te mando estrellas...rep si me dejan y besos.
     
    #2
  3. juana rivera medina

    juana rivera medina Poeta fiel al portal

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    La vida de mi padre fué marcada y por muchos años el rencor hacia su progenitor no lo dejó ser feliz.
    Mi padre volvió a la hacienda familiar ya casado y con sus primeros hijos, siendo mi madre la nuera más querida por mi abuelo.
    Pero esa es otra historia querida amiga.

    Gracias por pasar, te dejo mi cariño y un abrazo.
     
    #3
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  4. alicia Pérez Hernández

    alicia Pérez Hernández Poeta que no puede vivir sin el portal

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    Juana mi querida amiga, me he quedado sin aliento,`pero eso que cuentas, ya mi mama me habia platicado que asi era antes, aunque a ella no le toco que mi abuelo la tratara mal, creo que asi era antes, muy dura la disciplina de los padres, muy dolorosa tu prosa, pero muy bien contada, saludos cariños y besos
     
    #4
  5. juana rivera medina

    juana rivera medina Poeta fiel al portal

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    La vida en lo ranchos era dura, y ese tipo de disciplina se pasaba de padres a hijos, por fortuna nosotros rompimos esa cadena, aunque mis hermanos mayores si les tocó algo.
    Mi padre era un hombre callado y muy estricto, pero al mismo tiempo cariñoso, tal vez por herencia de su madre, en fin...
    ya es pasado.
    Gracias por leer mi relato. No her querido que la vida de mi familia se perdiera en el pasado he intento recuperarla para mis descendientes.
    Te abrazo con infinito cariño Alicia.
     
    #5
  6. El Reverendo

    El Reverendo Invitado

    Tremendo relato amiga mia, cuanto dolor debio pasar
    tu pobre padre, y tu querida abuela con la maldad de
    tu abuelo soportando encima una infidelidad en su misma
    casa, está muy bien narrada tu prosa y es ¡Impactante! te
    doy la reputación que bien mereces y *****estrellas amiga
    mia.Un abrazo desde Toledo (España) para tí hermana ¡GRANDE!
     
    #6
  7. juana rivera medina

    juana rivera medina Poeta fiel al portal

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    Querido amigo del alma! Que placer encontrarte por mi prosa, a tí maravilloso Poeta. Gracias por pasar y comentar.
    Te quiero Amigo y te envío todo mi cariño en un abrazo hasta tu Toledo .
     
    #7
  8. dulcinista

    dulcinista Poeta veterano en el Portal

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    Genial mi querida Juana. Real como la vida misma. Nos has contado un trozo de vida con una gran agilidad en tu pluma. Te dejo un abrazo y un beso de amigo.
     
    #8
  9. juana rivera medina

    juana rivera medina Poeta fiel al portal

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    Gracias por tu presencia querido amigo, siempre es un orgullo recibir tu comentario.
    Te abrazo con mi cariño.
     
    #9

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