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Esclava de tus besos (3 parte)

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por Malphast, 13 de Marzo de 2010. Respuestas: 3 | Visitas: 904

  1. Malphast

    Malphast Poeta recién llegado

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    Marco se dejó caer ante la puerta de Ann, la protegería no importaba qué; solo quedaban tres meses para que la temporada social comenzara y por fin ella podría encontrar un marido que la sacara de aquel lugar, aquel pozo negro que cada día parecía absorber un poco más su luz. Poco podía hacer él frente a su padre, pero si ese animal volvía a ponerle la mano encima lo mataría.

    Ann había mandado llamar al nuevo esclavo a su presencia una vez hubiera sido curado, se hubiera aseado y cambiado de ropa, así que no se alarmó cuando lo vio acercarse. Poco a poco se levantó de su posición y recibió al que parecía ser un nuevo hombre.

    -Tendrás que esperar un poco, Ann todavía se está cambiado.

    -¿Podría decirme usted por qué un visiblemente bien entrenado soldado del ejército está custodiando a una chiquilla adinerada?

    -Buena observación… pero hace más de diez años que no trabajo para el ejercito, desde que me dejaron tirado en medio de una batalla y me apresaron los esclavistas, más concretamente.

    -¿Te rescató la niña rica?, pero si apenas debía tener seis años…

    Marcos entre abrió la puerta de la habitación y pudo oír como Ann empezaba a discutir con María, la criada francesa que cosía sus vestidos, por el vestido que quería que se pusiera y suspirando volvió a cerrarla.

    -Tenemos tiempo, te contaré la historia.

    Cuando fui apresado era como tú, no me resignaba al cautiverio y a que me vendieran como un sucio animal, mucho menos a mantenerme en sumisión ante tal maltrato físico y moral de los chicos que me acompañaban. Lentamente mis fuerzas empezaron a mermarse y como no me resignaba me quitaron el alimento, llegó un momento en que no podía ni abrir los ojos porque el esfuerzo parecía sobrehumano para mis fuerzas.

    Una noche llegó un hombre encapuchado y dejó en manos de las alimañas de los esclavistas una niña pequeña y asustada, tenía la ropa hecha jirones y temblaba de frío y miedo. La metieron en la jaula conmigo y otros hombres, ella se encogió sobre sí misma en un rincón y esperó a que todo pasara.

    A la mañana siguiente cuando dieron lo que ellos llamaban comida (una bazofia tan asquerosa que no podía ni olerse) la niña se acercó a mí y me ofreció la suya mientras los esclavistas no miraban, así, ella se comía la mitad cuando tenía hambre y me daba todo lo demás a mí. Con el hambre que yo tenía comía rápidamente y casi sin respirar, ella se paraba a mi lado y decía “ya sé que tienes hambre, pero si comes tan rápidamente te pondrás enfermo”.

    Una mañana, después de tres meses con la niña en la caravana, y de haber matado a uno de los esclavistas por intentar violarla, una mujer apareció de la nada en el camino que transitábamos y compró a la niña. La niña suplicó y suplicó hasta que la mujer me compró a mí también…

    En ese momento se abrió la puerta y salió María airadamente con cara de enfado mientras Ann aparecía en la puerta con un sencillo vestido de labores y un austero moño que dejaba escapar diferentes mechones de su largo y rizado pelo.

    -Pase usted.

    El nuevo esclavo pasó y se sentó ante una comida suculenta que Ann le animó a comer. El olor de la carne fresca asada a la perfección casi le volvió loco y el pan recién horneado era una delicia, no podía evitarlo, aunque sus modales se corroían y se sentía como un animal no podía parar de comer tan rápidamente como podía.

    -Sé que tienes hambre, pero si comes tan rápidamente te pondrás enfermo- dijo ella acariciándole una mano suavemente.

    El esclavo se atragantó con el trozo de pan que tenía en la boca y miró extrañado a Ann, era imposible que ella hubiera sido una esclava antes.
     
    #1
    Última modificación: 15 de Marzo de 2011
  2. Numeritos

    Numeritos Poeta asiduo al portal

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    Me está gustando la verdad :$ que grande eres!!! Sigues en el buen camino :) TQ tanto :$


    venga wapa a por la cuarta entrega :) que desde el segundo 0 me tienes en vilo :$ aixxx :)



    Saludos ;)
     
    #2
  3. Reptarius

    Reptarius Poeta recién llegado

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    Listo... Pues sí, tienes un don como piedra preciosa que va saliendo de la forma del diamante bruto. Los artilugios narrativos que tienes, como el de dotar a los personajes de una indispensable biografía, imán de sensaciones, empatías e intereses en el lector, es un punto que tienes a favor. Pero sigo reiterando, continúo topándome con situaciones inverosímiles que tal vez se vayan develando con el transcurso de la narración. Mientras tanto las sigo señalando: Meter a una niña, aunque sea esclava, con otros esclavos, en muchos casos, sería como meter a un corderito en medio de unos chacales. Pero bueno, la historia de Marco me ha dejado intrigado, es muy interesante, ya veré cómo la vas desenrrollando a la postre.

    Saludos.
     
    #3
  4. Trinity

    Trinity Vampiro.

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    Vaya, está muy bueno esto, bastante interesante la verdad... Cabe acotar que en esta vuelta tienes más errores que en las anteriores, recuerda que no hace falta repetir tanto una palabra; si estás comunicando un suceso no hace falta repetirlo si no hay punto que indique la finalización de la idea. Si me lo permites, la parte que te marqué en azul, la voy a escribir acá cómo, según mi criterio, debería ir para evitar cacofonía y partes innecesarias:

    A la mañana siguiente cuando sirvieron lo que ellos llamaban comida (una bazofia tan asquerosa que no podía ni olerse), la niña se acercó a mí y me ofreció la suya mientras los esclavistas no miraban, así, ella se comía la mitad cuando tenía hambre y me daba todo lo demás a mí. Con el hambre que yo tenía comía rápidamente y casi sin respirar, ella se paraba a mi lado y decía “ya sé que tienes hambre, pero si comes tan rápidamente te pondrás enfermo”.

    Si te fijas, hay palabras que eliminé y otras que cambié para que la redacción quede más pulcra, o sea, sin tantas repeticiones innecesarias.

    Me gustó, a pesar de sus detalles -con los cuales son batante fastidiosa-, la historia va congiendo un curso interesante y que llama mucho la atención, sin embargo, otra preguntita: Cuando un esclavo mataba a alguno de sus "esclavistas" lo mataban, así que, ¿por qué razón a Marco parece que no le hicieron nada? Obviamente no lo mataron, pero tampoco hay índices de castigo alguno.

    Seguiré visitando tus obras. Un abrazo.

     
    #4

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