1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Esclava de tus besos (7 parte)

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por Malphast, 21 de Marzo de 2010. Respuestas: 0 | Visitas: 656

  1. Malphast

    Malphast Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    6 de Marzo de 2010
    Mensajes:
    78
    Me gusta recibidos:
    5
    William caminaba tranquilamente por los jardines de la sombría mansión, Ann lo había dejado en manos de Marco que le había estado instruyendo sobre los deberes de su puesto como protector del sector donde dormían los protegidos de Ann. Había salido el sol tras una mañana nublada, y esa noche creía haber oído llover.

    La luz del sol caí justo sobre sus ojos, pero se sentía tan bien, libre, limpio y con comida… nunca había apreciado antes estos dones insignificantes pero tan importantes.


    Al lado de un árbol cercano Ann estaba sentada mientras leía un libro de tapas encuadernadas en cuero. Una niña de apenas tres años le había soltado el pelo y se entretenía peinándola lentamente y parloteando sin sentido. El pelo de Ann era como la miel derretida y caía en cascada hasta la cintura, leves ondas lo adornaban y parecía mucho más suave que la seda. La niña no dejaba de hablar y de peinarla, de vez en cuando cogía un pechón de pelo e intentaba rizarlo para crearle un peinado, pero al no conseguirlo volvía a coger el peine y a pasarlo repetidamente sobre la masa de pelo.


    -Bonita escena, ¿verdad?- preguntó una mujer con marcado acento francés tras él.


    Se volvió lentamente y vio a la mujer que había salido de la habitación de Ann la noche anterior, también la había visto en el sector de los protegidos y en el comedor tanto durante la cena como durante el desayuno.


    -La niña es mi hija- dijo sonriente.


    -¿A usted también la rescató?- preguntó interesado.


    -Qui- respondió ella sonriente-, mi patrón me dejó embarazada y como no quería que su mujer se enterara me vendió a los esclavistas. Estos mantienen cautivas a las embarazadas hasta que tienen el bebe y después lo venden a familias adineradas que no pueden concebir. Estaba de un avanzado estado cuando ella me encontró y rescató… la verdad, no creo que hubiera podido soportar que mi hubieran separado de mi angelito.


    La mujer se alejó lentamente y se dirigió a la casa. La atención de William volvió hacia Ann que seguí leyendo y parloteando con la niña. De repente vio unos niños acercarse con unos cubos de agua y pronto vio sus intenciones, Ann se daría un baño antes de tiempo, junto con la hija de la chica francesa.


    Para su sorpresa Ann se levantó en el último instante y arrebató el cubo al niño para verterlo sobre él. Otro niño que venía tras él tiró el cubo de agua sobre una sorprendida Ann que reía descontroladamente mientras perseguía a los niños y se quitaba el cabello mojado de los ojos para poder ver mejor.


    La pequeña niña recogió precipitadamente sus cosas y corrió tras Ann gritando algo en francés y amenazando con su pequeño peine de madera.


    Cuando todos hubieron desaparecido de su vista se apresuró a seguirlos. Los encontró en la fuente del patio trasero, empapados hasta los huesos y dentro del agua. Ann salpicaba a los niños con ayuda de la pequeña francesita y los niños intentaban defenderse desesperadamente.


    Una de las mujeres que se encargaba de cuidar a los niños reía desde la puerta trasera y varias madres miraban con una sonrisa afectada la escena, pero a él le pareció lo más adorable que había visto nunca. La sonrisa de Ann era mucho más brillante que los rallos del sol, mucho más cálidas y mucho más hermosa. No había duda de que a Ann lo le faltarían pretendientes cuando se presentara en sociedad.
     
    #1
    Última modificación: 21 de Marzo de 2010

Comparte esta página