Esencia

La mirada delgada a través de una ventana imaginaria, deja esbozar algunos movimientos cerrojos, ocultos, convivientes, despersonalizados; ejecutados por la solitaria pasión de una observación indiscreta, que todo lo ve…

Habita en un reservado formato de su perversidad.

Esgrime discordancias primarias, de sentimientos acríbicos, perfectos; funcionarios de un desprecio lírico. Alojado desde hace tiempo, intrínsecamente en sí mismo.

Desmembrará su figura, en los pasadizos fantásticos de una percepción depravada.

Liberando así sus toxinas temáticas.

Disolviendo improvistos tácitos.


Lo veo, está a punto de viajar con su mente.

Presuroso de un libido pensamiento.

Urgente de lascivias, lubricidad conspirada.

Claro que es un viaje inconsciente, un acto irreflejo, comandado desde una saturada psiquis.

Su otro yo, no se lo perdonaría jamás, pues dosificará la situación, motivado por una sutileza impelida, que arrojará ese impulso maligno al vacío de su propio cosmos.

Entonces solo habrá sido, una nueva situación controlada.

Su nueva pulsión maldita, retenida, obstaculizada.

Una vez más, ha triunfado la esencia moral.

 

La esencia moral, recordando un poema de Ropittela me imagino en tu micro una ingente cantidad de serotonina desbocada, menos mal que está para el control de esos impulsos no?

Abrazos

 

gracias por tus bellas palabras
tyngui sanchez
abrazo