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Espertidumbre

Tema en 'Prosa: Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por david_espertidumbre, 2 de Mayo de 2013. Respuestas: 0 | Visitas: 774

  1. david_espertidumbre

    david_espertidumbre Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    11 de Mayo de 2011
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    I

    Eleodoro fue traído de Pazguato. Tengo miedo. Desnutrido se arrastra en la celda del Polín. La tentación de saltar gatunamente el muro del respeto y la convicción me excita y me alarma. En su memoria están transcurriendo circularmente los recuerdos de su madre y Jazmín. Quiero salir, a enfrentar la noche, a circular con los delirios del amor, libre y libertino. Su madre está llorando mientras el caballo que lo transporta inconsciente desaparece, y Jazmín, en la regadera, acariciando su cuerpo para él. He brincado, he salido, sin embargo, me encuentro solo y atristado; de qué me sirvió haber ganado si ahora me encuentro perdido, fracasado, destinado al eterno cenít. Cuando el policía lo golpea, sus huesos crepitan, como si estuviesen quemándose las hojas escritas de su vida; cuando el policía lo insulta, sus carnes musitan, como si fuesen los árboles más remotos de la selva.

    Estoy conversando con el pastor Ramírez. La ciudad en toda su modernidad. Yo sé que soy el culpable, el sentido de la palabra no varía si leemos el mismo diccionario. La ciudad que albergó al Pazguato. Usted es un elocuente. Disparó dos veces y la mole cayó rompiendo el pavimento, la gente no pensó, la vida se estancó. Y qué quiere que haga si ya soy preso de la convicción, qué quiere que haga. Esa fue la primera vez. No lo atraparon. El huyó. Hermano, querido hermano, quiero que piense en la maldad. Se impuso el temblor de los cobardes, sufrió y gozó con el evento. Su mano ensangrentada lo acusó. No lo creyó. Es lo mismo, pastor Ramírez, yo no creo en seres místicos.

    II​

    1. Te huelo, dulce y sexual. Aborrezco tu ignorancia.
    2. Yo también, Eleodoro.

    1. Las reglas de la vida no hemos podido respetarlas, pero qué sabes tú de reglas.
    2. Yo no sé de reglas pero sé de la vida. Yo sé que tú no me quieres ni me amas, yo sé que tú eres un extranjero, confundido y ocupado, pero al final, estás solo, muy solo.

    1. En mi pueblo la gente no dice estas cosas que decimos ahora. En mi pueblo la gente se respeta. Los jóvenes no han perdido el sentido de la verdad.
    2. Mi madre y mi hermana vendrán mañana. Tenemos que hacerles creer que viviremos juntos.

    1. No pienso en nada. Estoy cansado. No me fastidias ahora.
    2. Eleodoro…

    III​

    La universidad y la ciudad son una pura mierda. ¿Llegará el momento en que los hombres controlen su demencia libertaria? Los animales y los pervertidos se han juntado o los han juntado. Los científicos han inventado pastillas para viajar y regresar sin ningún problema en el tiempo y el espacio. La matemática ya no sirve, no hay bosques naturales ni nada. Estamos invitados a disfrutar con el menor esfuerzo compensatorio. Pero el resquemor y la envidia permanecen. El número de muertos vivientes ha incrementado desde la última semana. Los cristianos han perdido la esperanza. Las ratas son llevadas en la cartera, en el bolsillo, en el hombro los más reconocidos. A mí me trajeron de Pazguato y ya no recuerdo que soy Eleodoro Amado. Me confundo en la soledad. Tengo la verdad, creo tener la verdad, pero en el bullicio y la burla colectiva el mensaje se pierde sin valor. Jazmín no volvió, ni vino jamás. Quedó atrapada en la vanidad que los botones del doctor Hermosa provocan con facilidad. Aquí toda la gente se enferma. Se enferma hasta de estudiar y trabajar. Todo está mal hecho. Él hombre nunca debió retar a su naturaleza, ignorarla y humillarla haciendo lo que sea con ella, adaptándola y readaptándola a su capricho, a su deseo. Ahora las cosas han perdido dirección. Uno no sabe por dónde ir, uno ha perdido la noción de la bondad; si uno muere y revive al día siguiente de qué nos sirvió morir y vivir.

    IV​

    1. Si estamos muertos a la carne y vivos a lo ideal, si desechamos la incertidumbre del ingenio humano, escapamos a los razonamientos y las hipótesis, si tan solo vivimos en la esperanza de aquellas iniciáticas pero originarias maneras de vivir, estaremos de vuelta en la verdad.
    2. Aún no ha terminado, pastor. El capricho humano tiene que poner completamente las cosas de revés.

    1. La curiosidad con la desobediencia ha traído más que bienes mal. El hombre inteligente lo ha justificado y todos han creído sin comprobarlo. Todo y todos están ahora tan duros e incambiables que parece ahora haber terminado nuestra obligación. Todos se han confundido mutuamente.
    2. Ya no diga más, pastor. Oigo pasos en la superficie. ¿Nos habrán descubierto?

    Así fue cómo acabaron con casi todos nosotros. Por no seguir las filosofías del momento, por manifestar nuestros silencios negativos, por continuar estudiando y predicando cuanto se podía las viejas filosofías de la vida, por todo eso, comenzaron a buscarnos para matarnos con sus propias manos, a puñetes, a patadas, a cabezazos, todos interminables. La intolerancia terminó, el respeto se guardó en el libro de la historia liberal, se prohibió la desigualdad y el aislamiento; en un momento de la ciencia humana, todos, cosas materiales e inmateriales, seres orgánicos e inorgánicos, habían adquirido las mismas potencialidades…

    Ya sé que Eleodoro tiene que morir en el Pazguato. Espertidumbre se llamará mi obra, mi vida, mi amada hija, porque en la esperanza y en la incertidumbre vivió, creció y no murió como lo esperamos, si no revivió una y otra vez hasta buscarse, científicamente, su propia muerte terrenal. Recuerdo a su madre corriendo tras el caballo con que lo sacamos de su tierra, y a Jazmín que fue violada en la regadera mientras se bañaba. Porque ahora tengo la seguridad, la legítima convicción de que ni la tierra, ni lo alto, ni nada inventado ni por inventar me separará de la verdad, de la esperanza y el amor. Recuerdo que lo golpeamos y lo insultamos. Los perseguimos a él y a los de su raza, a los de su creencia, hasta asociarlos a nuestra civilización, hasta enloquecerlos. Así, manchado en el pasado pero limpiado en el presente, temeroso e inseguro en el pasado pero confiado y persuadido en el presente, quiero salir, ya no solo y atristado, quiero salir y brincar, quiero llegar al eterno solaz.

    FIN​
     
    #1
    Última modificación: 2 de Mayo de 2013

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