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¿estÁ nuestro destino escrito de antemano?

Tema en 'Prosa: Cómicos' comenzado por JOSLER, 11 de Septiembre de 2012. Respuestas: 0 | Visitas: 1143

  1. JOSLER

    JOSLER Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    8 de Septiembre de 2012
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    ¿ESTÁ NUESTRO DESTINO ESCRITO DE ANTEMANO?

    Desde siempre he tenido esa curiosidad.
    Por propias experiencias o por lo que después de algún acontecimiento muy especial ya sea de notoria gravedad o de consecuencias muy positivas, ¿Quién no ha oído decir, “estaba escrito”?
    ...
    Yo pienso que si, que nuestro destino está ya escrito por algún gilipollas que tiene en sus manos la facultad de regir nuestro punto de llegada y de que se pongan en marcha un encadenamiento de sucesos considerados como necesarios y de inquebrantable fatalidad.
    Como creo fehacientemente que desde que nacemos, tenemos cada uno de nosotros un duende o digámosle “director” de la pantomima que se recrea en escribir de forma demoníaca y sádica procurando que su “creación” no sufra notorias alteraciones y que nuestra andadura por la vida siga al pie de la letra el guión de su “obra”. No me es muy difícil suponer que ese Shakespeare de pacotilla tenga nombre y apelllidos, cosa que me gustaría descubrir para saber a quien tengo que dirigirme para protestar enérgicamente por su falta de respeto y hacer que la mayoría de mis deseos no se cumplan, como por ejemplo: Que me toque la lotería, en cambio el muy hijoputa nada ha hecho para evitar que cuando salgo a la calle por la mañana, pise una cagada de gato.
    Sin encomendarme a Dios ni al diablo, fuí un día a visitar una pitonisa/vidente con el fin de exponerle mi problema y ver si es que lo mío era tema para un loquero o que existía alguna posible fórmula o milagro casero que me permitiera ponerme en contacto con mi duende con el propósito ya mencionado.
    Serían las doce de la noche cuando fuí a llamar la puerta de una acreditada pitonisa que se decía tenía facultades sobrenaturales, que a parte de adivinar el tiempo que hacía, podría informarme con toda seguridad que los días de la próxima semana eran un total de siete y que se terminaba en Domingo.
    Después de conocer ese flamante curriculum, no lo dudé más. Como dije, a las doce en punto de la noche estaba yo delante de su puerta en la cual lucía un reluciente letrero que ponía:
    ...
    -----------“Dª VISIONARIA PÁNFILA ILUMINADA” Médium, Profetisa, Hechicera,
    Pitonisa y echadora de cartas.”------------- Pase sin llamar. Los circuitos de mi mente le están observando.
    ...
    Si no fuera por que antes de salir de casa pasé por el W.C. a echar un meadita, allí mismo, delante de esa lúgubre puerta entreabierta, me habría aliviado a gusto. La verdad es que no las tenía todas conmigo, temor que iba en aumento a medida que con mano trémula e indecisa iba empujando la puerta hacia dentro y entre los enervantes chirridos de sus goznes y la semioscuridad reinante del aposento cuya escasa iluminación era gracias a unas velas de llama tintineante y empobrecida por el enrarecido ambiente del local que estaban encima de una mugriente mesa, pegadas con su propia cera previamente fundida en la base de cada vela, las cuales daban luz a una bola de cristal situada en el centro de dicha mesa.
    Detrás de la bola de cristal se adivinaba un rostro de mujer que a causa de la deficiente iluminación, no se podían ver con claridad sus facciones.
    Me encontraba ya dentro de la habitación, cuando:
    ...

    ─ Pase, pase, señor Joseph, pase y siéntese, póngase cómodo. (si me pinchan seguro no noto nada , ni me sale una sola gota de sangre) Estaba petrificado, pero pudo más la curiosidad que el miedo y le respondí:
    ─ Gracias señora Visionaria Pánfila, es usted muy amable, pero ¿Dónde demonios me siento? No veo ninguna silla ni nada que se le parezca, quizás con esta penumbra... no llego a ver...
    ─ Empezamos mal señor Joseph, cuando le digo que se siente, lo hace usted sin dudar, sepa que si la fe mueve montañas, más fácil le será mover una silla ¿no cree?.
    ─ Bueno... si usted lo dice...
    ...
    Con muy poca convicción empecé poco a poco a flexionar las piernas con la intención de sentarme al mismo tiempo que observaba que debajo de mis posaderas solo había el puto suelo, pero de la silla, nada de nada.
    Como no era cuestión de cabrear a la pitonisa, me abandoné dejándome caer definitivamente hacia lo que yo creía sería el suelo, pero no, me encontré sentado en una silla de madera. Tanta fué mi sorpresa, que casi me levanto de inmediato y me voy por donde vine.
    ...
    ─ Disculpe usted mi asombro, pero en primer lugar, ¿Cómo sabe mi nombre y cómo y de que manera a puesto esta silla debajo de mi culo?
    ...
    ─Mire usted señor Joseph, si se ha creído por un solo momento que le voy a revelar los secretos de mi profesión, va listo, ¿Qué le hace suponer que le voy a complacer en ese sentido? ¿O es que quiere usted ejercer de pitoniso y hacerme la competencia?.
    Sepa usted señor Joseph, que de Pitonisa se nace, no se hace, y yo antes de nacer ya veía con toda claridad al “artista” que me fabricó, más que ver, lo notaba, me metía cada empujón con su varita màgica que pensé me haría salir por el culo de mi santa madre.
    Asi que diga usted lo que desea para que pueda empezar a mostrarle mis dotes ¿Estamos?.
    ...
    Yo iba de sorpresa en sorpresa.
    ...
    ─ Señora Visionaria Pánfila, me sorprende que no sepa el porqué estoy aquí siendo tan buena como dicen que es. Pero, en fin, vayamos al grano.

    ─ ¿Al grano señor Joseph? Es que tiene un grano en el culo?, Sepa que para eso tendría que ir a un “granólogo”.

    ─ Es un decir señora pitonisa, es un decir.

    ─ !Aaaaaaaaaah! Si es así... bueno, pero no me venga con cosas raras que igual le convierto en mi ayudante como soplavelas y me las sopla sin rechistar.

    ─ Bien, quisiera saber si es posible saber el nombre y apellidos de mi “duende”.

    ─ Puede saberse, puede saberse... tiene dificultad de grado tres pero puedo llegar a éllo.- Le va a resultar bastante caro, pero sepa usted que lo que pide requiere la ayuda de espíritus que navegan por el exterior y hemos de llamarlos para que se personen espiritualmente acá y ahora.

    ─ Bien señora pitonisa, podemos empezar cuando quiera.

    ─ ¿Admite tarjeta? Visa o Mastercard?

    ─ Lo siento señor Joseph, tengo la raja tarjetera obstruída por las secuelas de una recién orgía sexual y solo puedo aceptar dinero en efectivo.

    ─ No hay problema, traigo efectivo.

    ─ Ok señor Joseph, empecemos pues : Tendré que hacerle un regresión para topar con su “duende” y pedirle la documentación. Para hacerle regresar a su infancia, será necesario someterle a hipnosis, para éllo, póngase en posición fetal, cierre los ojos, relájese...relájese...relájese...relaaaaaajese... se siente cansado... muuuy cansado...los pàrpados le pesan cada vez más... a la de tres entrará usted en un profundo sueños... uno...dos...tress...
    ...
    La pitonisa aprovechando que su cliente estaba profundamente dormido y asegurándose que el cobro de sus servicios no se fuera al traste, se hizo con su cartera aligerando así además de su peso, y no tenerlo como un futuro deudor de difícil cobro.
    ...
    Me desperté con la sensación de haber estado durmiendo todo el día. Me encontraba completamente relajado y con una sola idea, saber el nombre y apellidos de mi duende.
    ...
    ─ ¿Qué tal se encuentra señor Joseph?

    ─ Bien, muy bien señora pitonisa. ¿Y lo del nombre y apellidos de mi duende? ¿Lo ha conseguido averiguar?
    ...
    ─ Pues si, hemos tenido suerte, mientras estaba usted inmerso en las profundidades de su subconsciente y las constelaciones jugaban al escondite, llamé a reunión a los cuatro elementos vitales, Tierra, Agua, Fuego y Aire, quienes lograron acceder al archivo general de cordones umbilicales, encontrando el suyo perfectamente archivado por orden alfabético.
    Previo anàlisis microscópico del carbono 14 de su cordón umbilical, dió como resultado que los protones cósmicos flotantes en la atmósfera terrestre, señalan que su cordón umbilical fué dado en adopción a un duende llamado Forúnculo del Culo y de la Concha Marinera, responsable de las gracias y desgracias de la vida de usted señor Joseph. Por lo cual espero haya quedado usted satisfecho con mi trabajo.

    ─ Mas que satisfecho señora Visionaria Pánfila Iluminada, más que satisfecho, con gusto haré efectivo sus honorarios, pero antes de que se me olvide, quería preguntrarle algo más para que mi curiosidad sea del todo satisfecha..
    ...
    ─ Dígame, dígame usted, señor Joseph.

    ─ ¿Hay alguna posibilidad de que pueda ponerme en contacto verbal con mi duende el señor Forúnculo del Culo ecta. ecta.? Pues quería ver si es posible que me haga un reciclaje y algunos cambios en el guión de su obra a este mortal.

    ─ Bueno, podría usted intentar lo siguiente:
    ...
    Verá..., el duende de cada cual tiene a disposición de quien lo pida y tenga fe en él. un teléfono (por decirlo de alguna manera) coaxial de cilindros con eje asimétrico ubicado de forma no visible en la aureola que se perfila en su cuerpo señor Joseph, usted no ve esa aureola, pero su duende si la ve. Entonces, para ponerse en contacto con su duende, es imprescindible en primer lugar, que tenga contractada con alguna compañía telefónica, una línea ya sea de teléfono fijo o móvil. Da igual lo que sea, pues esos vividores chupan de donde sea, aunque fuere de conversaciones privadas entre duende y su adoptado, no se como lo hacen (que ya es decir) pero lo hacen.
    ─ En segundo lugar, es tambien imprescindible que esté usted en la tercera fase del sueño y aproximadamente entre las tres y las cinco de la madrugada, que es el horario en que el sindicato de duendes autónomos les permite utilizar como horario laboral.
    Para efectuar la llamada a su duende, ponga su depertador que suene a las tres de la madrugada, conecte entre el despertador (en el botón de dar cuerda) y su ombligo, un cordón de plata envuelto con papel ecológico en el que habrá escrito a mano, usando una pluma de oca virgen, el código del teléfono de su duende y que seguidamente le detallo:
    ------------------------Nº teléfono: Abra cadabra 3,4316--------
    ...
    ─ Cuando suene el despertador, su duende recibirá la señal que será una incipiente picazón en su culo a intérvalos de un segundo hasta que se ponga a rascárselo y podrá usted empezar a hablarle, esperando obviamente que su duende le vocifere “DIGAAA”
    ─ Bueno sr Joseph, eso es todo, mis honorarios son 100.000 € que puede pagar en efectivo o en especies siempre que éstas sean en barritas de oro de 1000 quilates, ¿estamos?.
    ...
    ─ Muchas gracias señora Visionaria Pánfila Iluminada, incomprensiblemente me dejé la cartera en casa, pués no la llevo encima, cosa extraña pues nunca me desprendo de élla, ya le enviaré a mi secretario Roldán con el dinero en efectivo si usted no tiene inconveniente alguno.

    ─ No hay problema señor Joseph, no corre prisa el tema de mis honorarios.

    Pues que tenga usted un buen amanecer y un día lleno de alucinaciones y predicciones afortunadas.
    ...
    -------------Al cabo de 24 horas--------

    Siguiendo las instrucciones de la pitonisa y siendo las doce de la noche, me pongo en la cama dispuesto a contactar con mi duende.
    Por lo que pudiera ser, me pongo traje de buzo, preparo el despertador para las tres, conecto el cordón de plata en el que previamente anoté el código telefónico y poniéndome en posición fetal, espero a que me entre el sueño...
    Me despierta un estridente sonido procedente del reloj despertador (eran las tres en punto de la madrugada) y al cabo de unos cinco segundos, una voz grave, profunda, como venida de ultratumba....DÍGAME......
    ...
    ─ Buenas noches ¿Es usted Forúnculo del Culo y de la Concha Marinera, o sea, mi
    duende?
    ...
    ─ !Soplaculos! ¿Y quién espera que sea a estas horas de la madrugada? ¿Su hada madrina? !Mira soplaculos, estaba yo en plena orgía mental cuando me llamaste, casi me da un colapso ventricular y te quedas sin duende!
    !¿Qué tripa se te ha roto?! Abrevia y no me hagas perder el tiempo, bastante faena me estás dando desde que archivé tu cordón umbilical.
    ...
    ─ Disculpe usted señor Forúnculo del Culo y demás..., lamento molestarle en esas horas tan de madrugada. pero quería pedirle algo que para usted podría ser una nadería, mientras que para mi sería increíblemente fantástico. Quisiera que parara por un tiempo, solo por un tiempo, el calendario y me permitiera seguir sin que en mi persona se reflejara cambio físico alguno, me encuentro muy bien como estoy y quisiera seguir disfrutándolo durante bastante tiempo más. ¿Sería eso posible estimado duende?
    ...
    ─ Mire usted señor Joseph, todo lo que puedo hacer es enviarle unas cremas revitalizantes gratuitas, por ser unas muestras que me regaló un vendedor de productos farmacéuticos, unas raíces de Gin Zen junto con unas postales de chicas con pamela y sandalias para que se le suba el ánimo y si hay suerte, cualquier otro elemento mas que aún conserve mas o menos en buen estado de recepción emotiva.
    Lo de hacer que su tiempo se pare por unos días o meses, no figura en mi catálogo de ofertas. Mi recomendación es que no deje de usar cremas revitalizantes.
    ...
    ─ Muchas gracias señor Forúnculo del Culo y demás..., seguiré sus sabios consejos y le pondré un cirio a Santa Perpetua, patrona de los inmortales.

    ─ Procure que sea de cera virgen señor Joseph.

    ─ La cera será virgen, las abejas no lo sé.
    ...
    Son las ocho de la mañana cuando me despierta el pitido de mi portàtil, lo abro y es mi sastre en el MSN que pregunta si estoy. De estar, si que estoy, pero como tardo más de un minuto en responder, resulta que el güevón ya se ha ido. Seguro que me estaba reclamando del pago de una factura de hace cinco años.
    ...
    !Que le vamos hacer! Ya estaba escrito que así pasara.

    Josep
     
    #1

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