Estaré siempre.

Estaré aquí, donde el silencio es interrumpido por un beso,

donde el palpitar del corazón se detiene por un te quiero al oído,

reduciendo a casi nada el abismo que separa lo mundano de lo

divino.



Cuando en cama de sabanas blancas como nubes, los cuerpos

se convierten en uno, con solo un alma con aura propia, cerrándole el paso

al destino incierto y al mal augurio, porque la culminación del éxtasis

es casi palpable cuando se entrega el alma y el corazón al desnudo,

Convirtiendo el sudor de los amantes en cáliz sagrado.

olvidándose de que existe un mundo fuera del éxtasis, que se respira en esas cuatro paredes de música suave y de una roja luz casi ausente, la dulzura del lugar se convierte en cárcel donde se depura con amor cada pecado, y en silencio todo se consumía en hoguera de fuego lento, el amor, la pasión y los besos son ahora recuerdos tatuados en la mente de los amantes.​

 

wouuuuu maravilla de poema de pasiòn, entrega y espera total ..
un placer pasar por tu espacio y dejar mi huellita