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Este es el discurso sagrado

Tema en 'Poesía Cómica, sarcástica (sainetes y otros)' comenzado por James Paul, 8 de Abril de 2007. Respuestas: 0 | Visitas: 13181

  1. James Paul

    James Paul Poeta asiduo al portal

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    Este es el discurso sagrado, que emitió aquel sabiondo ser, el Dr. Federico Klemm, en su propia defensa, frente al honorable juez Hamington, cuando se lo acuso de incompetente:

    “Bienvenidos a mi recinto. Empezaré hablando de mi propia vida, la cual posee una gran similitud con la de otro gran pensador y filosofo sin igual, me refiero, claro está, a Ricardo Gorvinsky. A este señor, como a mí, se le acusó de una cantidad exagerada de infamias y blasfemias. En una acusación, llegaron a rebajarlo, comparándolo con Dios, a lo que Ricardo, sin mas, respondió: “He sido insultado como nunca nadie antes ha sido insultado jamás; han ultrajado mi mente, mi pasado y mi conciencia, han ultrajado a mi familia, mi dignidad y mi honra, han ultrajado hasta mi ano. Por lo tanto, mas allá de cualquier frontera mental, mas allá de cualquier pensamiento corrosivo, declaro ante este mismísimo tribunal, mi condición de inocente ser, y ser omnipresente no es dificultad cuando se es como yo.”. Esta declaración produjo una ola de desolación en toda la audiencia y el juez murió instantáneamente debido a una coalición mental producida por la complejidad y majestuosidad de semejante discurso. Por lo tanto, jajajajaja (ríe como nunca antes, asombrando con su potencia vocal a toda la multitud, la cual luego de un instante, muere instantáneamente). ¡Soy invencible!
    Gracias Dios, dios de dioses, ídolo de ídolos, rey de reyes, amo de amos, señor de señores feudales, padre de hijos, hijo de reyes, señor de las tierras sagradas, dueño de la vida y la muerte, misericordioso señor de la vida y la eternidad, eterno ser desbordante de belleza y bondad, autoabarcante espíritu de iridiscente misericordia. Me despediré de esta callada audiencia (realiza una mueca, demostrando con ella, que la naturaleza de la frase precedente era de burla sarcástica) con una frase impropia para la ocasión: “Dadme todo y contemplad la nada, ¡vedla!, ¡vedla!, y apreciad su completa perfección.”
     
    #1

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