1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Esto no es una historia de amor

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por NiñoNube, 26 de Marzo de 2020. Respuestas: 2 | Visitas: 419

  1. NiñoNube

    NiñoNube Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    17 de Marzo de 2020
    Mensajes:
    476
    Me gusta recibidos:
    621
    Género:
    Hombre
    Sí te has acercado a estas letras buscando una historia de final feliz, no continúes por éstas líneas.
    Esto que continúa más abajo. No es una historia con final feliz.
    No es una historia de amor. Tan sólo una historia más en una lista de historias, demasiado larga ya.




    "¿Duermes mi amor?...
    Hoy ha sido un día largo y las cosas no te fueron bien, lo sé. Sé que esta maldita crisis que estamos pasando te pone de muy mal humor. No me has dicho nada pero yo lo sé. Hace meses ya que los barcos permanecen amarrados sin salir del puerto. No hay trabajo. Demasiado tiempo sin trabajar. Sin nada mas que hacer, que pasar las horas con tus amigos bebiendo en el bar. Como cada día, esta mañana preparé tu desayuno. Y como cada día desde hace tiempo ya, no hubo besos, ni caricias, ni un adiós. No hubo nada. Tan solo tu espalda y una puerta que se cierra tras de ella. Volví a quedarme sola en mi jaula blanca a orillas del mar. En esta casa que compraste cuando nos casamos. Cautiva para siempre. Ahogada en sueños de juventud que hoy se me antojan imposibles de alcanzar.
    Sola.
    Con los ojos secos de tanto llorar. Viviendo una vida que ya no es mía. Viviendo mi vida sola, junto a ti.
    Cansada.
    Me siento tan cansada ya…
    Hoy ha sido mi cumpleaños, pero tú no me has dicho nada. Has preferido regalarme indiferencia y olvido. Treinta y cinco años en este pequeño pueblo de pescadores, empeñado en permanecer anclado en un pasado que huele a rancio. Miles de días solitarios asomada a la ventana. Mirando los grandes barcos, que sin hacer escala, pasan frente a esta costa y se marchan sin mí. Yo me quedo aquí y se llevan mis sueños de salir al mundo. De perderme en un bosque de posibilidades y promesas, de aventuras y destinos por cumplir. Sé que no soy una niña ya. La tristeza se ha agarrado a mis tripas. Ha dibujado en mi rostro y mi mirada las marcas de demasiados días grises y esperanzas perdidas. Aun recuerdo cuando me amabas. Cuando decías que adorabas el otoño de mis ojos, acariciando mi largo pelo negro. Pero tu amor duró poco y el mío lo fuiste desgastando día a día. Te convertiste en un ser celoso y posesivo. No podías soportar que otros hombres se volvieran a mirarme cuando salíamos a pasear.
    Y dejé de ser reina para ti.
    Y ya solo fui una ramera, una cualquiera, una buscona ...
    Y de repente un día sin más, vinieron los gritos, los insultos y aquel golpe seco en mi mejilla que dejó para siempre marcada la primera revelación de quién eras en realidad.
    Recuerdo cómo busqué el apoyo y la ayuda de mis padres y cómo me quedé sola con mi dolor. Mi padre me recordó que mi deber era amarte y mi madre agacho su cabeza sin atreverse ni a mirar. Cuando marchaba de su casa sintiéndome abandonada, aquella mujer que me dio la vida, me miro desde la puerta con los ojos llenos de lágrimas, y como si en ese momento toda la pena del mundo entero estuviera atrapada en su garganta me dijo:
    -Márchate lejos hija mía... Márchate... Y cerró la puerta.
    Aquel día desde la playa lloré por las dos mientras miraba los barcos pasar.
    Y recuerdo cómo los meses siguientes, los pasé entre el amor que por ti aún sentía y el dolor que tú te empeñabas en producirme.
    Y recuerdo aquella paliza que casi me mata cuando descubriste el billete de autobús que debía llevarme, a través de la carretera de la montaña, a cualquier lugar que pudiese llamar libertad. Ya ves, hoy me ha dado por recordar. Hace tanto tiempo, y todo sigue igual. Pero ya no quiero vivir más asustada. Hoy ha sido el día que ha marcado un principio, o un final.
    Has vuelto a venir tarde a cenar. Yo sentada frente a ti, apenas he podido probar la comida. Temblando de miedo, arrebolada en el sofá. He estado esperando que vinieras y deseando que no llegaras jamás. Tras un portazo entraste tú, cargado de odio y la excusa del alcohol.
    Un día más.
    Otra vez con ese sentimiento, de que tengo la culpa de tu triste vida y por ello he de pagar.
    Y no soy yo la culpable.
    Pero una vez más, tú no me quisiste escuchar y los golpes cayeron sobre mí.
    Y no soy yo la culpable, pero insultos, puñetazos, y patadas han vuelto a dejar las marcas de tu amor en mi cuerpo, que ya no se defiende y se abandona.
    Y mi cuerpo sangra y duele.
    Y mi alma a pesar de no sangrar no deja de doler. Y el amor y el odio, que son sentimientos que a veces caminan juntos de la mano, y a menudo nos confunden, luchan por odiarte y hacerte desaparecer, o por justificarte y perdonarte una vez más.
    Pero ya no te perdono.
    Pero ya no te quiero.
    Entonces has visto mi sangre y mi cuerpo deshilachado en el suelo y me has abrazado llorando. Me has dicho que lo sientes, que no volverá a suceder. Pero sucederá otra vez mañana y cada herida abierta en la carne amenaza con dejarme vacía.
    En la cama me has follado desde atrás, torpe y egoístamente. Sin cariño ni sentimiento. Aplastando bajo el peso de tu cuerpo; que huele a sudor etílico, mi cuerpo dolorido y seco de pasión.
    Que se traga las lágrimas escondiendo el rostro amoratado en la almohada. Después te has dormido abrazándome y yo me he quedado mirando las sombras del dormitorio. No he podido dejar de llorar, pero lo he hecho en silencio por miedo a que despertaras. Tu abrazo no me hace sentir segura ni protegida. No es el abrazo de un hombre que esta junto a mi para velar y defender mi sueño, es el del macho posesivo que tras montar a su hembra, atrae hacia si su cuerpo magullado, para sentirlo suyo y subyugado.
    Siempre suyo, y de nadie más.
    ¿Duermes mi amor?
    Duerme amor mío. Sé que tuviste un mal día, aunque junto a ti cualquier día siempre era un día más, otro día para olvidar.
    Pero eso se acabó.
    Te prometo que nunca más.
    Ya no volverás a despertar de mal humor.
    Nunca más, mi amor, te prometo que nunca más.
    Me gusta verte dormir. Cuando duermes eres dulce... y te quiero.
    Estoy cansada.
    Tan cansada que me cuesta pensar.
    Pero no quiero dormir y te miro y acaricio tu pelo entre mis dedos. Y en la otra mano sujeto tu navaja de pescador. Siempre me dio miedo su afilada hoja.
    Pero ahora, no.
    Me aferro a su empuñadura como me aferraría un náufrago a un trozo de madera en alta mar.
    Me siento tan confundida.
    Me tumbo junto a ti y te abrazo. En mis muñecas, dos cortes profundos como únicos testigos silenciosos de una decisión. Tu cuerpo esta frío y en tu pecho un golpe certero ha abierto una pequeña ventana por la que se ha escapado tu vida y la que hasta ahora era la mía. Nuestra sangre mancha las blancas sabanas que por mi boda me regalo mamá. Me dejo vencer por el sueño.
    Me siento tan cansada, ya no puedo aguantar más.
    Me cuesta tanto pensar.
    ¿Sabes, vida mía?...
    Nos marcharemos lejos de aquí. Donde no pasen los barcos."



    NiñoNube. 2014.
     
    #1
    A Mar_ y Aldonza Lorenzo les gusta esto.
  2. Mar_

    Mar_ Moder. Foro Poesía en imágenes Miembro del Equipo Moderadores

    Se incorporó:
    21 de Septiembre de 2019
    Mensajes:
    2.415
    Me gusta recibidos:
    3.213
    Género:
    Mujer
    Real y definitivamente NO es una historia de amor, pero sí una historia de terror, un triste y doloroso espejo donde miles y miles de mujeres se ven reflejadas alrededor del mundo y que a diario pierden sus vidas. Gracias poeta por escribir esta historia y a traves de tus letras, solidarizarte con cada una de Ellas.
    Saludos cordiales.
     
    #2
    A Aldonza Lorenzo y NiñoNube les gusta esto.
  3. Aldonza Lorenzo

    Aldonza Lorenzo Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    12 de Julio de 2018
    Mensajes:
    2.597
    Me gusta recibidos:
    2.661
    Género:
    Mujer
    ¿Sabes,vida mía?

    Nos marcharemos lejos de aquí.
    Donde podamos ser nuestra poesía.

    Gracias Kiko.
     
    #3
    A NiñoNube le gusta esto.

Comparte esta página