Estrella

Entre al bar con alguna desconfianza;El fraseologo siempre que me citaba,
tenia un problema serio por resolver pero cuando lo vi parado en la barra,
con una sonrisa a toda cara, esperándome, se me esfumaron todos mis temores.
-- bienvenido a bordo-
Me recibió levantando la mano y con ella la jarra de cerveza.
-hola fras, aquí estoy-dije serio por las dudas.
El fraseologo era inefable
-epa che, oles a desamor viejo- me recrimino
-¡que es eso?-
-viejo, los perfumes, los aromas, los olores...
Son lamentos de los entes con o sin vida.
A veces mi buen amigo era pesado,
pero en reiteradas ocasiones era insoportablemente poeta para hablar.
-¡empezamos de nuevo?-
le dije.
-mira, en la medida en que alguien o algo emana olores,
por feos o agradables que estos sean se desgastan y en muchas ocasiones se desintegran, por lo tanto cuídate.
-para decirme esto me llamaste?-
Me hice el desentendido.
Como si no me hubiera escuchado el fraseologo se fue hasta una de las mesas y se acomodo.
Saco un cigarrillo y luego de dar las primeras bocanadas de humos,
mirando me, me dijo con cierta ironía,
-- me voy de la soledad Darío... conocí un lugar...

Callo, creo que en ese instante sentí envidia;
Jamás en mi vida pude conocer un lugar que me
impulsara a referirme a el como lo había hecho mi querido amigo.
- por la forma en que me lo contas parece que el paraíso si existe.-
-Hermano, somos piezas de un rompecabezas,
y si la buscamos es porque debemos armar la figura que se nos ha asignado,
ponele el nombre que quieras pero cuando la encontramos nada es como antes,
la imaginación se desboca y corre desenfrenadamente por nuestros cuerpos liberándolos y haciéndolo prisioneros de otras causa,
estas ya no pensadas en singular...
Estaba en trance, más elocuente que otras veces
no paro de hablar durante dos horas.
Todo el bar era un hervidero de palabras,
las botellas, los estantes , los vasos, mis bolsillos,
el mundo era una gigantesca palabra formada de palabras y
cada una de ellas corría para abrasarse a otra y maravillosamente todas sonreían.
El fraseologo tenía un lugar.
Cuando hizo un alto para tomar nuevo impulso lance el dardo que ambos estábamos esperando.
-¿Te completa-?
Sonrió satisfecho de poder mostrarme las coordenadas del lugar que había soñado toda su vida
y feliz de saber que del otro lado de la mesa estaba la persona indicada para evocarlas, éramos hermanos del alma
- totalmente-
Ingreso por su cielo de esferas inquietas y chispeantes,
me refresco con su boca en un incomparable si y paseo su geografía de llanos y dunas de algodón,
y todo en un clima mental que estimula mis ganas de creer siempre
- ¿como se llama...?
Laura, pero no importa,
porque sin que ella lo sepa,
yo la llamo estrella,
porque a pesar de que siempre estuvo allí,
llego en mi momento mas oscuro y
hoy tengo su luz as 24 horas

Yo, el peor de todos.un_fuego

 

muy bueno...tiene esencia...es como si fuese rosarigasino.
Saludos y bienvenido

 

gracias, no sabia, no conocia ese termino.
saludos