exilio educativo

¡SALUD MADRE CUBANA ¡​

Mamá, en el exilio educativo me pariste, parieron las madres cubanas, crecieron los hondureñitos, Cerebro y Corazón simultaneo en poema Nicolás Guillen predijo.

Cruzamos el mar Caribe, volvemos de vez en cuando, lloramos allá por ellas, lloramos acá por las nuestras otro tanto. Será mejor que esas lagrimas las convirtamos en canto. Un canto que junte nuevamente las aristas del continente americano, separado por la ignorancia, la ambición y la indiferencia, ¡! Qué ejemplo, que virtud ¡!

Y se abrió la matriz de la madre, en el continente americano, y dio a luz, hijos con esperanza, con nuevas virtudes, solidarios, consientes, disponibles, comprometidos, las virtudes se comen a diario, se mastican, en el alimento preparado con cariño de esta mujer cubana, se respira en el humo de su tabaco, en el aroma de su café, en el ritmo de su son al hablarnos, al decir con cruda verdad lo que siente, lo que piensa, sin pelear, sin golpear, insultando a las cosas, a las circunstancias, a los retos de la vida para volver a acariciarnos con sus bromas, su dedicación, su entrega.

Gracias es una palabra que se usa mucho, ya casi sin sentido, de lo que queremos decir, a veces gracias para que dejes de joder, gracias para que dejes de hablar, gracias para que te vayas, gracias para que veas que soy educado, por ello decirte gracias madre cubana no basta, pienso en otra cosa que no sean palabras, pienso en un verbo que refleje la acción, que prometa productos y resultados, que perdure, que trascienda. Quizás seguir tu ejemplo sea una alternativa, volcarme en cariño y desprendimiento respecto a otros, como lo has hecho conmigo, quizás transformar a otros haciendo lo que sé hacer como tú los hecho conmigo, sea una forma de inmortalizarte, Mamá cubana. Por que pagarte no puedo, nunca podría, no lo quieres, no lo aceptas, no te ofendas no lo pienso, solo lo digo porque en otras partes se acostumbra. Solo lo digo para que sepas que estoy convencido de que debo llevar en mis acciones, en mi mente y en mi corazón los genes que implantaste durante estuve en tu regazo, en tu vientre, en la masa de tu cariño, de tu respeto, de tu cultura.

“Ven para acá me dijo dulcemente mi madre cierto día,
Aun parece que escucho en el ambiente de su voz la dulce melodía,
Llama siempre a tu madre cuando sufras, que vendrá muerta o viva,
Si esta en el mundo a compartir tus penas, y sino a consolarte desde arriba,
Y lo hago así cuando la suerte ruda, como hoy perturba de mi hogar la calma,
Invoco el nombre de mi madre amada y entonces siento que se me ensancha el alma.”

Cuba, Madre, Patria, amor, solidaridad, responsabilidad, compañera, Ana María, o como te llames, mas de 500 nombres tienes, cuantos nombres como hondureños o extranjeros somos, pero a cada nombre contestas con la misma respuesta, “PRESENTE”, por eso hoy madre cubana te condecoro con mi corona de agradecimiento de vértices, llenos de amor, de respeto y de solidaridad.

[SIZE=3]A nuestros hermanos y hermanas cubanas les felicitamos por tenerlas, por ser suyas, les agradecemos por compartirlas, pero también les requerimos con firmeza que las cuiden, las respeten, las amen, el doble, porque ellas son Cuba, son semilla y fruto, obrera y reina, cimiento y cima, son lo que un ser todopoderoso siempre quiso para sí.[/SIZE]
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[FONT=Calibri][SIZE=3]Salud madre cubana en tu día, tus hijos en el exilio educativo te saludan. [/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Firma: Un parto agradecido. Hernac[/SIZE][/FONT][/FONT][/FONT]