Extrañándote

Las olas rompientes, las frágiles gaviotas y sus vuelos rasantes sobre las barcazas de los pescadores; tu recuerdo aferrado a mi nostalgia y esa botella oscura asomando en la arena; mi ingenuidad quiso volverla mágica entre mis manos. Mi angustia murmuró al mar tu nombre, con furiosa impotencia, con bronca, casi como una maldición al destino que te alejó.

Te apareciste como un holograma de amor, con la sublimidad de una ninfa y mi sorpresa exclamó:
- ¡Amor!... ¡Pide un deseo, seré el artista que talle tu felicidad por la eternidad del tiempo!

Tres siglos han pasado desde que la botella fue arrojada al abismo del mar, el mismo tiempo que por tu deseo, permanezco dentro de ella sin ver la luz, sin saber si eres feliz con mi encierro; pero más me preocupa es saber que fue de mi gato colgado del perchero ¿Me extrañará tanto como yo a él?

 

Seguro que era una genio malvada la que te encerró en la botella y dejó al gato colgado del perchero. Espero que pronto seas liberado y encuentre también al gato. Un relato muy original, Gracias por compartirlo. Un abrazo y estrellas.

 

Que buen relato el de este genio encerrado en una botella. Es verdad que nada sabemos de sus aventuras una vez el deseo es concedido ni que les motiva a ser tan generosos. Genial.

 

pobrecitooooo!!
No me refiero al ingenuo y tierno protagonista del micro sino a tu gato...jajaja
Un día de estos me aparezco por Córdoba a ver si es cierto que esta colgado en tu perchero. (otra ingenua yo, que ya me lo creo).
besos Dann, magnífico micro.

 

¡Genial, Genio!
Pero no te preocupes por el gato, se las arreglan muy bien solitos. Seguro que encontró la manera de zafarse del perchero...

Un abrazo y estrellas, Daniel.
Xosé.

Te felicito...Has sido capaz de escribir 150 palabras, ni una más, ni una menos. Espléndido.

 

Ella cumplió su deseo, yo se lo concedí, el precio fue muy alto...je.

Gracias Lore por tu visita, un beso.

 

Gracias Luis; he modificado el texto porque creo que no se entendió lo suficiente. Gracias por tu presencia.

 

En realidad no es tan pobre; lo pasa bastante bien el loco; tiene casa, comida, su propio perchero y de vez en cuando alguna gatita.

Gracias Marce, te espero en Córdoba entonces. Besotes.

 

Xosé, siempre muy observador vos. Gracias por tu presencia. Por suerte el gato tiene muchas vidas.

Un abrazo.

 

Muy original el punto desde donde se observa, tres siglos de espera acunándose sobre las olas dan para mucho

Un placer la visita

Palmira

 

Un lujo volver a leer algo de usted, está vez con sentido del humor y la originalidad que te caracteriza
un saludo,
buenas noches

 

¡Un magistral escrito! que leo y vuelvo a leer...un ejemplo de buena escritura, difícil de superar...
Eso del gatito a lo mejor es algo de los félidos pues Ramona mi gata quedo colgando de un alambre por andar de entrometida...como dices todavía le sobran como tres vidas.
te abrazo donde estés
la dulce c-zza-alzahara

 

Hay que tener cuidado con eso de los deseos...jeje. Un abrazo y abra kadábra! que tus deseos , los lindos se cumplan.
Otro abrazo estimadisimo Daniel!

 

bello microrrelato.
saludos.