Extraño mi juventud

Si pudiera volver a ser joven, si hubiera sabido lo hermoso que es ser joven, odio la vejez y sus miserias, los dientes que se aflojan y caen, la mirada que se pierde, las namis que al verme dan vuelta la cara en un clàsico corte de rostro o sencillamente ponen cara de repulsiòn al verme y todo eso es absolutamente imperdonable, inaguantable, feroz. Y recuerdo cuando bailaba noches enteras con las minas mas lindas de este mundo o del otro e incluso afortunadamente a menudo nos abrazàbamos fuertemente y ardientemente nos besàbamos en los hoteluchos màs humildes del ramo, del gremio. Y en la barra miràbamos a los turros milonguear mientras fumàbamos un faso atràs del otro y chupàbamos unos ricos copetines. Cuando era un pobre estudiante y leìa un libro tras otro y no me importaba que tuvieran letras microscòpicas! Como el caudal electoral de algunos partidos, de izquierda por lo general, con perdòn de la palabra, valga la redundancia.