Fatalidad

Bajo el oro solar que irradia benignas saetas de amor empachado tú,encantadora y dulcísima mujer de ojos abiertos hacia el plateado infinito de un estanque de bruñidos nenúfares,desenredas tu mayestática greña de rojizo tinte inmaculado:dando la tenebrosa sombra al verde campo con sacro perfume a festivo estío agradecido.Entonces,cuando comienzas a caminar con esos pies de alfombrado crepúsculo en ciernes,tiemblan las serranías que a lo lejos guardan las petrificadas sílabas de una melodía mágica

Que se pierde en el alborear nocturno de tus senos esmaltados y adornados con estrellas moras adolecidas de centelleantes esperanzas ante el nuevo deseo carnal que se abre como un estupendo capullo en flor.¡Oh! esbelta manceba de frágil talle divino,ostentas en la gloriosa noche de tus ojos ya muertos el funesto mensaje de una alondra alcanzada fatalmente por el rayo parturiento que nació de las entrañas del mismísimo dios de los abismos celestiales.Y es entonces,cuando soltando un suspiro flotando en el aire cálido de éter ennegrecido,

Te arrojas misericordiosamente al vacío de la tumba fría y húmeda para inmortalizarte junto al nimbeado humo de sepultura de tus nuevos compañeros...embalsamados y con escarchados ojos de vidrio apagado,esperando pacientemente al eternal reencuentro de un amanecer tostado por tu aún florido corazón de mustias violetas...