Fiesta de pocos (¡Nadie lo ha visto!)

Descolgaron el tubo allá arriba.
Llamo para pedir una explicación,
una soga,
pero siempre da ocupado.

Todo tiene dueño.
Caminaré por ahí,
hasta que todos se vayan a dormir.
Luego buscaré un umbral,
si me agarra sueño.

Somos miles,
tal vez millones de desocupados.
No quiero dejar esa lagrima asomar.
No quiero dejar que me veas,
que los ojos me veas.

Abrazáme, por favor, aunque no quieras.
Abrazáme, que algo no anda bien.
Somos miles, tal vez, millones.
Nadie debería vivir así.
Los diarios no hablan de eso.
No me importa,
yo los uso para taparme.

Nadie debería vivir así.
Cada vez más sólo, aquí,
en medio de todos.
No quisiera que me mires de eso modo.
Quisiera bañarme y afeitarme.
Pero hay un montón de cosas,
que desde hace tiempo no hacen más que aislarme.

No tengo un lugar.
He sido reemplazado por una máquina sin corazón
que no me deja trabajar.

Y ahora estoy aquí,
libre,
pero preso.
Cada vez más sólo, aquí, en medio de todos.
No quiero acordarme de eso.

La portátil todavía tiene pilas,
al menos ella me conversa.
Otra vez no pude juntar para pagar la pieza.
Nadie debería vivir así,
y la radio tampoco habla de eso.
Parece ser que no les interesa.

Se me nublan las estrellas.
Somos miles, tal vez millones.
Abrazáme, yo sigo aquí, aunque no quieras.
Abrazame. hace tanto frío acá,
en la vereda.


(2004)

("La portatil": "La radio portatil"
"Pilas": baterías)

 

Y sí, busqué tu nacionalidad, pues terminé de leerte y pensé "típica realidad argentina", qué tristeza.
Muy bien logrado tu poema, en palabras sencillas, podés llegar al alma.

Un abrazo amigo

Denn