Flores marchitas

¡Satán!... Grito rugido entre las rejas de la entrada del pequeño panal. Los suburbios del infierno estaban oscuros, pero oyendo.
El puente de Abraxas sintió sus pasos. La tierra nos maldice.
¿Y a dónde estamos yendo? La lente de sus brazos nos arrasa, su frialdad nos acecha. «Falta poco...», nos dice.

* * *

Templos destruidos, palacios desarmados. Casas de cartón gris, cajas de cemento. Árboles bañados en pis, hormigas de la noche, estrellas de la pena. Cielos negros, congelados de carbón.
Nenas sin comidas, hambres y peligros. Pobres; desterrados del galpón.
Si éste es el infierno, ¿dónde está el fuego y el calor? Niños, el infierno es grande. Aquí, en éstas villas, ya ni hay amor.

Sigamos caminando.

* * *

Llegamos al sitio escondido. En el corazón de la pobreza. Tiene puertas negras, esto aquí no es ninguna rareza.



[el 25 de abril de 2011]

 

Nýcolas:
¿De algo sirve saber? A veces me lo cuestiono, porque pienso que sin hacer para que sirve saber, mirar para no cambiar, presentas aquí en tu escrito algo fuerte, cuando ya no es raro algo, es normal... detesto la normalidad.
Gracias por compartir, abrazos y besos desde acá ♥

 

Justamente, de nosotros depende que no sea normal. No se trata sólo de observar, pero observar, es, sin duda, el primer paso, y cuán noble paso en comparación de la típica corrida de mirada: cualquier cosa antes que evadirnos. La verdad es amarga, como un fármaco que empero nos cura. Creo que todos conocemos el infierno, por eso todos deberíamos intentar cambiarlo. Y, justamente, recién he releído fragmentos del postulado de Sartre: El existencialismo es un humanismo. Totalmente recomendable. Mis saludos, querida.

 

Nýkolas, ya me lo leí, pero creo que lo haré de nuevo así estaremos "hermanados" en algo

 

Mmmmmmm...

 

Nýcolas.
A partir de tus letras te dejo mi criterio.
Creo que en el mundo existe pobreza en todos los aspectos...sobre todo la carencia del amor, porque si éste tuviera vigencia en todas las personas, con certeza que el mundo sería distinto. Es el hombre el quien atenta contra el hombre. El hombre posee discernimiento y el dolor de la humanidad - en este presente - es consecuencia de los actos del hombre desde el inicio de la humanidad.
Saludos cordiales
Ana.

 

Me parecio una historia para reir. Interesante, Saludos Felinos

 

Cisne y Bastet, gracias por sus palabras...