Franja espinosa

El límite entre reír y sufrir tiene una franja espinosa,
que todos los espectros de la embriaguez quieren saltar
para probar la consternación de la redención.

No hay liberación para las almas condenadas
a contener sonrisas y dientes amarillentos
alrededor de una mesa corroída
en una clandestina taberna.

La lucidez se ha fusionado con la penumbra,
ante tantas sombras trastornadas se ha
corrompido la esperanza con la perdición.

El pánico vivía en la gruta de los exiliados.
La soledad en los campos del poder hizo abrir
las fronteras de las cadenas del viento.

 

Muy bonito, amiga.
Pero el Amor-Bondad se manifiesta.
Mientras que el Temor-Maldad, modela a sus Primordiales.
Entonces, el Universo es prioritario. Encantador. Perfecto.
Y el Caos que envuelve al Universo, no es tan dichoso.
No tiene tanta diversión. Es monótono y aburrido.


Por consiguiente, los Primordiales del Caos, se adentran en el universo-burbuja.


Así, son dueños de las pesadillas.
Y son energías negativas psíquicas, densas.
Al Amor-Bondad, le llamamos Dios. Está en el corazón.
Y al Temor-Maldad, Demiurgo. Está en la nariz.


Corazón supera a nariz. Y de esa mezcla, salimos nosotros. Somos amor-brujo.

 

Muchas gracias por leer mis versos, y por tu poema dedicatorio.
Un saludo.