Fuego: 15va parte.

Sombra se saco el sombrero y lo tiró al suelo. Empuño su bastón.
Estaba decidido a acabar con ese monstruo, el más cruel de todos, de una vez: concentré todas mis fuerzas y le arroje un potente golpe síquico. Con semejante fuerza, estimaba, hubiese podido quebrar una plancha de acero de un metro de grosor….pero toda la energía atravesó el cuerpo del enmascarado líder de los demonios en la tierra como si fuese un fantasma y se estrello violentamente contra el muro del callejón contiguo; la fuerza destruyo todo; los escombros y polvo se regaron en todas direcciones
Sin darme por vencido corrí hasta mi enemigo y le impacté el rostro con golpe de mis dos puños tomados. Al hacer contacto con su cuerpo una poderosa energía negra brotó desde cada centímetro de su piel pegándome a gran velocidad. La descomunal potencia de este ataque detuvo mi empuje y literalmente me catapultó como una liviana pluma hacia atrás. Rodé varios metros.
Nadie conocía los poderes de Sombra…
-….buen golpe Sombra. Pero si eso es todo, creo que la espera no ha valido la pena….
-¡de modo que quieres conocer mi fuerza guardián…! hoy me siento misericordioso, y concederé ese deseo…-sombra levanto las manos. Estaba formando una masa negra entre sus palmas cuando el pulso de luz de Megara impacto su cuerpo….pero el haz de ella revotó y se disipó...inalterable, continuo concentrando su fuerza en esa bola de luz negra…
La sangre se me helaba…
Megara llegó hasta donde estaba y me levantó...
-… ¡debemos trabajar juntos: es muy poderoso!
-…..creo que sí. Maldición…el golpe que me dio excedió la magnitud 9…
-…¿están listos para morir guardianes?....¡¡que así seaaa!!-formé una barrera síquica y Megara extendió su abanico de luz defensiva…la energía negra explotó sobre estas. El ruido emuló al golpe de una ola contra un acantilado… pese a nuestro esfuerzo, taladró ambas protecciones y nos impactó… nos estrelló contra la pared
Mi cabeza se llenó de dudas…realmente estábamos en problemas…
-¡…..escucho tus ideas brillantes Megara…!
-¡¿Qué te parece si nos largamos?!
-…..¡¡demoraste demasiado en decirlo!!-merced la tele transportación saltamos hasta un punto en el desierto de Gobi. Era un sitio árido en extremo. La sensación térmica sobrecogía…
Era menester hacerlo, el reglamento era claro: si el nivel del combate era demasiado alto, y se vulneraba la vida de personas inocentes, había que buscar zonas despobladas…
Claro que en este caso, se veía, los que estábamos en peligro éramos nosotros…….

 

muy ingeniosa la huída y justo a tiempo jeje