galápagos

pasa, se va la vida moderna,
marcha en aras de desconsuelo.
me valdrá más volver por el suelo,
retomar la vida de cavernas.

pero, volver a viejos vestigios,
tumbas, pirámides, cráneos...
(buscan ciertos contemporáneos)
¿será una salida al martirio?

ya diviso, al fin, un destino,
la añorada isla encantada.
...mis vagas horas de peregrino

y mi afición: sobrevaluadas.
¿y por qué entonces el camino?
no valgo ni para su mirada.

 

Al leer Galápagos enseguida lo relacioné
con las bellas Islas de mi pais querido,
encuentro una poesía profundamente triste,
con esa metáfora de encuentro de aquello
que nos alegra el alma, más sin poder disfrutarlo?
Me ha gustado leerle.
Un placer visitarle.
Un abrazo.
Ana