Germen

La armonía cuantifica la duplicidad de cada una de las situaciones intelectuales, dejando un panorama alerta, introspectivo, prisionero de una simulación transitiva, casi en estado de perpetuidad absoluta, dependiendo de la nebulosidad de cada paso; en tanto los nanosensores predestinan una postura siniestra de la realidad entrante en la visualidad, recogiendo las esquirlas mutantes de unos pocos sentidos tan susceptibles y agobiados, que desmotivaran, contiguas causalidades venideras.
La noche siempre estará en calma y aunque nada viva en la simbiosis de la muerte, se desmitificará la impronta de toda creatividad imaginada, saliéndose del eje, de todo lo creado…historia, y descendencia, y toda base de datos quedará detenida, en animación suspendida.
Sin embargo los sentimientos se prolongaran en el recuerdo de los otros, una vez instalado el germen de la vida, a tiempo en sus mentes, de esa forma, las partículas insustanciales de la vida, se alojaran en sus memorias. Y una vez más triunfará el ego, ese ego que jamás abandonará a la esencia vital ni siquiera una vez extinto.


No importa cuantas puertas se abran, siempre serán pocas.
Constantemente faltaran kilómetros de ansiedad creciente acorde al camino recorrido.
Los filtros extirpadores de esta realidad simétrica, agudizarán los crónicos estados de tu espacio.

El mundo civilizado aun no está preparado para sentirte.
Y aunque la razón coexista allí, deberás caer ante su risa socarrona, que mutilará tus fracasos.