Guardiana y maestro.

Tú siempre has sido bienvenida,
adentro de mi guarida.
Aquí, te sientes protegida.
Y mi coche tiene frenos A. B. S., y dirección asistida.





Elevalunas eléctrico, y cierre centralizado.


Faros anti-niebla, y sonido en Stéreo, para muchas sintonías de radio.
Además, dispongo de cuatro ruedas, y una palanca de cambios.
Guanteras, asientos de cuero, claxon y parachoques.
Entiendo muy bien que conmigo aciertes. No te equivocas. Soy tu tipo.


Capaz de quitarte el hipo. Puedo elevarte al séptimo cielo.


Sólo necesito emplearme a fondo, en mi biblioteca.
Escogiendo un libro que al leerlo, te haga llorar tanto, que te deje seca.
¡ Un Mar de lágrimas ! Eso requiero.
Así, se irá llenando la bañera.


Me gusta que leas en el cuarto de baño, querida esposa.


Así, me eres útil.
Te beso en las plantas de los pies...
¡ Están sudorosas ! ¿ Qué has hecho ? ¿ De dónde vienes ? ¿ De donde a mí no me importe ?


" Vengo de la llave, el dintel, la puerta y el picaporte. "





¡ Oh, sí, como Sigourney Weaver, en los Cazafantasmas !
¡ Como Rick Moranis, con sus gafas y el pelo revuelto !
¡ Como esas gárgolas de piedra que adquirieron aliento de vida !
¡ Eso es !


" De la puerta, guardiana; y de la llave, maestro... "

 

Hola Nommo, que hermoso, me sentí protegida y a la vez pude ser yo misma, un abrazo muy grande que termines lindo

 

bello poema del carro comparado con el hombre que ofrece muchas cosas a la amada

 

Gracias, amigas, por responder. El cielo responde, y a veces, es femenino.
¡ Muchos besos, ángeles !