Gulliver

Omnipresente.
Omnisciente.
Dentro de un recipiente.
Es una vasija circunspecta. Un Universo perfecto.


Una galaxia psicóloga. Una luz infinita. Una espiral de intimidades.


Y yo te quiero mucho, después de todas las trivialidades.
En esa hoguera de las vanidades...
En la cuál, la meta es la búsqueda, y no podemos llegar a nuestro destino.
Yo te saco de ese ardor guerrero. No quiero que me asesines.


Eres mi sardina. Mi pez; mi moneda.


Juntos, crearemos fajos de billetes.
Haremos hucha y alcancía.
Ahorraremos riquezas y ganancias.
Te vendrás conmigo, a Francia. Mi monja afrodisíaca...


Pudorosa y contradictoria. Paradisíaca. Que yo oculto en mi cartera.





Yo te llevo en la guantera del coche, porque yo soy gasolina.
Yo alimento a los vehículos motorizados.
Yo recorro los cuerpos masculinos, y femeninos.
Y sé qué conducta prefieren. Los hombres son superiores a las mujeres.


Pero ellas son las que traen bebés al mundo. Con lo cuál, se amarán en lo profundo.


Se amarán en pensamiento y sentimiento.
Se amarán en estudios filosóficos.
Se amarán en penetrantes pasadizos secretos, de la pirámide.
En expediciones y excursiones, en la selva virgen. Se aman en Luna de Miel, constante.


Yo soy esfinge...

 

¿Sabes?...no tienes una lectura fácil. Me descolocas. Eres peculiar....pero lo intento...

 

De eso se trata. De ser un león fiero. Eso es Amor-Bondad. Lo evoco.