Hablar mucho, decir nada

Hay un mar de palabras
donde se ahoga el sentido
que no tiene puerto ni destino,
donde las dudas
no encuentran costa
ni luz de Sol ni Luna,

hay soliloquios de alma
sin rosa de los vientos,
monólogos de ego
girando en espiral
a la razón
y a la esencia,

hay demagogias, falacias,
verborreas, magos,
vampiros y leyendas,
enajenadas mentes
de imaginación
cual basurero,

hay libertades
más bien prisiones
que amordazan la sencillez
del pensamiento,
destiñendo paisajes
pintando laberintos

y esta indiferencia
a la causa y efecto,
la bola de nieve
y su avalancha,
mercantilismo artístico
hablar mucho, decir nada.

 

Hay de todo en la viña del Señor.

Para aquellos que claman por lo alto su ignorancia precisamente al mucho parlar sin decir nada.

Interesantes líneas Oscar.

Saludos.

 

Es tan cierto Oscar, a menudo me sucede, que estoy diciendo lo que otros quieren oir, que estoy buscando la mueca que los otros quieren ver, aunque sea hueco, para comprarme un poco de mundana compañía. Pero no me parece pecado, ya que creo que las palabras no hacen las virtudes, solo pueden nombrarlas. Las virtudes son acciones, sobre todo las que realizamos cuando nadie nos está mirando. Decir es fácil, hacer, difícil.
Abrabesos. (dícese de una mezcla efusiva de abrazos y besos amistosos)

 

[FONT=&quot]Gracias por tu comentario cesarfco, tienes razón hay de todo y para todos, afortunadamente todavía hay artistas por ahí, hay que afinar la audición.

 

Comparto tu opinión sobre la discreción, aunque creo que las palabras también son acciones, estímulos capaces de formar ideas y por tanto tendencias y de ahí la manera de actuar de las personas, hay quienes manipulan con palabras, otros que solo hablan, hay consejeros, en fin variedad. Expreso mi apoyo a las personas que se expresan considerando aportar conocimientos o experiencia al receptor, claro que es difícil saber el efecto que causara en él oyente lo que escucha, pero la intención también cuenta. Saludos ropittella.