Hacía calor de noche. Y hacía arabesco.

Que era molesto, capaz...
y molesto, quizás...
pero barrileteaba
con dos estambres de oro...
Y con el viento, fresco,
que era sueño de noche.
El estío que asomaba
la ventana de vidrio
de la pieza del fondo...
Barrilete volaba...
y el calor que jodía...
Que era estambre de plata
para noche de estío...
Y no había viento...
y era que sofocaba...

Y el piolín de la noche
que un arabesco era...
era estambre de plata
de noche...
era estambre de oro
de día...
y el calor que jodía...

El estambre jodía,
y es de plata y de oro:
lo decía el vidrio
de mi ventana...​

 

Pero qué caro te vendes!!!

Nos dejas este manjar de rica miel, y seguro que después desaparecerás... jo.

Sshhhh, que ha llegado la categoría al portal.

Un saludo Maestro.

 

Muchas gracias Julia, estoy bastante inspirado estos días...
Así que prepárense... jajajaj... vuelven mis comentarios posiblemente... jeje
Un abrazo,
Juan

 

No tengo planeado desaparecer por un tiempo, les voy a ir armando el festín de a poco...
En un tiempo igual llegará el Manjar del Cielo, que en sí contiene todas las delicias... y ahí va empezar mi verdadera poesía... jajaja
Un abrazo