Hambruna

HAMBRUNA

Aquello es una virtual competencia; canales de televisión, emisoras de radio y hasta empresas de servicio, invitan al pueblo a sumarse a la ayuda para recaudar alimentos para los niños desnutridos colaborando con sus espacios de tiempo durante su programación e, invitando a la gente llevarlos o enviarlos a determinados lugares, para enseguida ellos hacerlos llegar a los diferentes puntos de la República a las familias con niños afectados por la hambruna.

Pienso que lo anterior sería un gesto muy encomiable, si esto mismo no hubiera pasado el año pasado por las mismas fechas, y realizado exactamente la misma operación, es decir, si transcurrido el tiempo y justo cuando surgieron las primeras noticias de esa miserable situación, hubieran tomado esa iniciativa, se hubiesen salvado de morir, los cincuenta y cuatro niños muertos por desnutrición. Dichas instituciones comerciales piensan que es suficiente lo que hacen, pero quien de verdad ayuda es el pueblo, es cierto que los canales de distribución son importantes, pero con los recursos que éstas empresas manejan, pienso que que eso no es suficiente.


De los funcionarios del gobierno que se puede opinar, especialmente de los del consejo encargado de velar por el renglón alimentario, integrado por ministros de las diferentes carteras, especialmente la de salud, que no exime de responsabilidad a ninguno de los demás, pues medios informativos en general, dieron la voz de alarma, mucho antes que se originara y se observarán fotografías, en la prensa, imágenes en la T.V. de niños desnutridos en diferentes regiones del país, hasta que la hambruna hizo crisis y niños hospitalizados por desnutrición empezaron a morir, lo que el gobierno negaba rotundamente, a pesar del peso de la realidad que se negaban a reconocer, hasta que al fin en una reunión del presidente de la República, Álvaro Colón, con los representantes del cuerpo diplomático, se vio obligado a declarar el Estado de Calamidad, para recibir de sus países, ayuda internacional, pero todo ello después del fallecimiento de cincuenta y cuatro (54) inocentes niños, que espero y mientras les llegue esa ayuda a todos, no mueran otros más.

cristóbal monzón lemus.
respiro luego escribo

 

Como dicen en mi tierra: "Despues de ahogado el niño se tapa el pozo"

Poderosas líneas Cristobal.

 

Ciertamente amigo cesarfco, pero todo en función de la indiferencia, son otros asuntos lo que les interesa, pero cuando están en campaña, hasta cargan y besan a los niños y a quien se les pone enfrente, aunque enseguida se laven la boca, políticos tenían que ser, sin esperanzas que cambién nunca las cosas. Aprecio en lo que vale tu comentario y especialmente tu llegada a mis letras. Crimolem.