Hambruna

Hambruna


Tiras los sobrantes de comida,

van a la basura los nutrientes,

desperdicias litros de agua pura,

sin pensar siquiera que en el mundo

este año son cuatro millones

de personas muertas por hambruna.

¿Cómo puede ser que esto suceda

tras tantas culturas milenarias?,

¿qué hago yo más que estos magros versos

para revertir esa tragedia?

En cada bocado duele un muerto,

y el llanto se cuela en cada sorbo.

No es que somos los privilegiados,

sino que hemos hecho bien lo injusto

y mal la igualdad humanitaria.

¿Hay cuántos estómagos ahora

padeciendo un lleno de vacío

mientras que con músculos internos

hago mi saciada digestión?

Quiero que este absurdo se termine,

que ni un semejante, ni animales,

sufran la carencia de alimentos

por desdén, desorden y ambición.

Que haya muchas ollas rebosantes

de manjares siempre inagotables,

y mesas servidas para todos,

en una hermanada comunión…


Ariel Carrizo Pacheco

​

 

Mucha verdad en tu poema de hambruna nos compartes. Una realidad en la que muchos no pensamos estando saciados.

​

 

Coincido con tu mensaje, es un fracaso rotundo de la civilización alcanzar esta realidad ajena a toda lógica y sentimiento. Es tan rídiculo todo, que algún día, con algo de benévolo viento a favor, quizás, la inteligencia artificial podrá solucionar nuestra desidia, o directamente acabar de exterminarnos.

 

Agradezco tus palabras y la calificación generosa para estos versos, mi buen amigo Maramín, ¡un abrazo!

 

Mi saludo igualmente para ti, Alberto, con mi agradecimiento por tus palabras y el tiempo empleado en leerme. ¡Hasta pronto!

 

Agradezco tus sentidas palabras; la sensibilidad que trasluces en ellas. Mi cordialísimo saludo:

Ariel

 

Gracias, estimado poeta Luis, por acompañar con tus reflexiones estos versos. Te hago llegar un fuerte abrazo y un hasta pronto:

Ariel