Hasta luego

Apenas te conozco y te vas

a lomos de esculpidas rosas.

Apenas te conozco y te vas

escoltado por una columna

de ojos que lloran cristales,

y adioses que beben lágrimas.

Apenas te conozco y te vas

camino de la Vía Láctea.


Adónde irás alma sin trampa,

a qué cielo ignoto te llevará

ese tránsito de galaxias.

Si acaso, en la ruta deja señal,

una leve sonrisa bastará,

para localizar tu estrella.


Una voz antigua me asegura

que habitarás tiempos infinitos

en universos de almas blancas,

en donde siempre es verano,

y las alondras viajan de nube en nube

llevando recuerdos bajo sus alas

y en su vientre risas cándidas.


Resuena esa misma voz

al borde de cada lágrima

que recaló en tus manos,

y hoy serpentea por el camino

tejido de flores que dejas atrás.


Y yo quiero escucharla

porque el dolor no concibe

el vacío ni la ausencia,

porque es un cuchillo que no mata,

pero hiere de tristeza.


Porque el dolor,

hambriento de dioses,

y la pena, de leyendas,

quieren escuchar esa voz

para creerla auténtica.


Ahora estás aquí,

en el principio de los tiempos,

y todos escribimos

en la losa de este día

un inexorable “Hasta luego”.


Alte Jon

29-02-2020​

 

Gracias, muchas gracias Maramin. Eres muy amable. Hubiera deseado que mi primera aportación no hubiera nacido del dolor y la pena, pero en estos últimos días he despedido a dos amigos muy jóvenes, de una humanidad enorme, a los que se llevo la misma enfermedad. Poco a poco exploraré sentimientos más positivos, seguro. Gracias y un saludo.