Hasta que el sueño me venza

Ya están sobre la loma
los tallos secos
mirando
cómo el aire pesa,
bajan los cañaverales
en su lozanía ruda
abrazándose al arroyo
que se empapa de su azul morir,
y tú... océano
y tú, gran paraíso,
esconde tu faz ante mí,
escondes
el otro lado de mis manos
de mí,
de mi pétrea extrañeza rompiéndose,
y yo te miro entre mis dedos
hacerte de aire,
cubrirte de vaho,
de pesada niebla que me cala junto a ti,
hacernos de aire,
tallo que mueres,
pero yo te sostengo
hasta que el sueño me venza.

 

[FONT=&quot]Genial el comienzo del poema en esta estación tan seca que hasta los tallos duelen… al menos aquí en Valencia.
[FONT=&quot]…y los sueños, que no quieren prisiones, se escapan entre los dedos.
[FONT=&quot]Tiempo sin venir, pero se acabaron las vacaciones y se agradece la vuelta y las buenas lecturas.
[FONT=&quot]Un abrazote Pablo.

 

Eaaa Pablo, que es bueno nunca bajar bandera. Un abrazo.

 

Si fuera tallo, me sentiría tan segura al leer tu poesía, un beso.

 

Tu VERSAR es un canto en mi oído musical.
Te abrazo, eterno Pablo.

 

Esa fuerza vibrante de no vencerse nunca.
Un placer.
Saludos.

 

Te echo de menos pecesillo feo