Hay que errar para ser Ídolo Popular

No existe Ídolo Popular perfecto; un ídolo es un ser humano, y por tanto imperfecto y errático. Esta "verdad de perogrullo" se sustancia en que un Ídolo para adquirir el Título de Popular, en el sentido más amplio del término, debe ser idolatrado por el pueblo en su conjunto, uniendo los distintos extractos sociales en un mismo sentimiento de amor, admiración y complacencia. Esta "distinción" (de Popular) no es una característica común en todos los ídolos.
Los errores e imperfecciones de un Ídolo que es Popular, deben ser incluso, visibles y del conocimiento del pueblo, y reconocidas públicamente por el Ídolo, sin que este reconocimiento constituya una apología de los mismos; pero sí, conformando una condición indisociable en su personalidad.
Diego Maradona... Dieguito, tuvo una "virtud" primordial que lo catapultó a la fama y admiración: la magia incomparable de la "pelota" en sus pies... alguna vez... en su mano. Pero además tuvo otras grandes virtudes que no siempre acompañan la virtud que da nacimiento al Ídolo: generosidad, solidaridad, compromiso social, autenticidad... terriblemente auténtico !
El Ser Humano tuvo dos - grandes también - defectos: la dependencia de las drogas, y la promiscuidad en el amor con sus parejas, e hijos, me atrevería a decir extendiendo el significado de la palabra a "mezcla y/o confusión"... terriblemente humano !
En este contexto debe ser, sino el más grande, uno de los mayores, más querido y más sentido Ídolos Populares que logró trascender los límites de lo deportivo para constituirse un fenómeno social polifacético... inolvidable !
La pieza más preciosa que produjo el Barro de Villa Fiorito en la Historia Artesanal del Fútbol Argentino !