Hay una luz

Esperanza que se desgarra
en roquedales,
ásperos despeñaderos,
se arrastra inaudita,
humanidad dolorida.
Viborea sencilla humanidad
última se alza efímera
generación tras generación.
Ilusión quemada
día tras día, ilusión.
Última.

 

Hay formas de ser humano, más apropiadas aún, que las que lucimos durante este recién entrado siglo XXI:
O sea que la Luna brilla, pero el Sol brilla aún más.
Hay distintos brillos, y no podemos obligar a la Luna, a que brille tanto como el Sol.
Con lo cuál, si tú, como ajedrecista, tienes 1200 puntos ELO, ¿ Cómo te vamos a obligar a que adquieras, en sólo un mes, 500 puntos más, enfrentándote a muy ingeniosos estrategas, que no te darán tregua, puesto que ellos también gozan con el juego de Ajedrez ? Y a través de ese juego, gozan de sí mismos.


Luego por tanto, el quid de la cuestión es gozar de uno mismo, a través de un arte, un deporte, un estilo, una disciplina, una rama del saber, una carrera universitaria, un taller de literatura, un curso de dibujo, un oficio bien remunerado, etc.


Gozar de uno mismo. Pero no...
Estando de vacaciones.