He pensado.

Como el aspaviento de mi corazón, el discernimiento de mi mente o la locuacidad de mis labios, así me encuentro, impertérrito y anonadado.
Es el momento en que busco el trasluz de las cosas que no considero burdas o chabacanas, como nuestros sentimientos.
Considerando que no todas las cosas están exentas de egolatría y excentricidad, que las más de las veces inducen a un estado paroxismal y que influyen en un todo en la persona que idolatra a otra, trato de encontrar el camino más factible a la verdad y también de entender porqué me falta confianza y me cuestiono... ¿No será que el fuego fatuo de mi amor es tan inmenso que influye demasiado en la persona que está a mi lado, o no será que la ahogo con mis impulsos y celos desmedidos?.
Se hace difícil seguir el camino correcto si tenemos tantos obstáculos y tanta oscuridad por delante. Si hay muchos que nos inducen a tener celos y que estemos en constante roce y se indignan cuando nos ven felices y llenos de gozo, por estar el uno al lado del otro.

Pero evadiendo todo lo malo que pudiéramos encontrar, sé que nuestro amor es ilimitado y que lo habremos de guiar del modo en que queramos hacerlo y de la forma en que lo sintamos.

Esto, es así, porque eres tú quien da el tinte a mi vida.
Eres la náyade ilusoria que pasa por mi mente. Eres la más hermosa deidad que revolotea en los cielos, camina por los bosques y nada en los ríos de mis sueños.
Eres como las ideas que me trae el vendaval, como la ternura que nunca llega a expirar y como el beso que vuelve a nosotros a pesar de tener en contra el soplo del cierzo.
Eres gala y ornato de mis sueños de poeta. Eres la crisálida que en el verano despierta. Eres la nota suave que mi mano del laúd arranca. Eres el ángel que en mis sueños toca su lira y canta. Eres como el iris que inunda mi vida con sus colores después de cada tormenta.
Eres, en fin, cada cosa que deja un vestigio en mi alma y cada cosa en la que encuentro satisfacción.
Cada cosa que deseo y “deseo”, cada momento en que me encuentro alegre, cada espacio que ocupa mi mente y mi cuerpo dentro de ti.
Porque dejas que sea, cada caricia que divaga sobre tu intimidad de mujer, cada beso que enloquece al encuentro de nuestros labios, cada roce de nuestras manos. Soy, en fin, pasión y deseo y si quieres, todo silencio.

Todos los problemas son enmendables, siempre que yo te entienda y tú me entiendas a mí. Siempre que haya confianza mutua y se cumplan las palabras empeñadas.
Por eso, es que podemos juntar nuestras vidas. Porque la capacidad de apreciar, nos hace ver las cosas claras y sabemos que, con la razón de nuestro lado, haremos doblegar al más duro de entender la causa de nuestro amor.

 

Un precioso texto emotivo y encantador, maravilla de prosa hermosa muy valiosa.

 

Hola mi niño..que bien que lo dices..

la comunicación es elemental en una pareja..

bello muy bello ...placer besos ...un beso...te quiero...:::blush:::