He venido a decirte que me voy

Las razones del amor son siempre explicables.
¿Cuáles son las del olvido?
Si me disecaran el aliento hasta
el último nervio, si me desmantelaran
piedra a piedra la mirada,
como un edificio hasta no dejar una
sombra, si emprendieran el recuento
de mi alma con las más minuciosas
tijeras el diagnóstico sería: amor
El veredicto sería la vida.

Tú tienes otra página que escribir tal vez más solitaria. Pero quizá encuentres más sonrisas en tus lágrimas de las que en la garganta esperas. A lo mejor un día te levantas con un anzuelo de luz por la mañana, y vas a abrirle la puerta a un camino fecundo que te llama e invita a entrar a la primavera, y abres la boca turbia de los roperos prohibidos, y echas a volar puñados de música por el aire de la casa, y abres las ventanas para que salgan huyendo las incrustadas soledades.
Me voy como el que huye de un incendio. No quisiera despertarme lejos y preguntarme por el desastre sin saber responderme y tener que huir de mi huida durante el largo camino de la cobardía.
Quiero dejar una jornada con pies de honestidad. Quiero una travesía sin estelas como heridas, una partida sin dolor irremediable por la espalda.
Las lágrimas son inminentes. Lo hemos dicho tantas veces. Pero por este arduo recorrido tus pies se han hecho árbol y los míos agua. Vos te quedas y te moran pájaros, yo me voy y me habitan a veces unos cielos reflejados. Las piedras de la ruta acomodaron nuestra identidad irrevocablemente. Irrevocablemente alas, ya no me quedan anclas, el viento del otoño me desgarra los mástiles del corazón, mis venas se hinchan con demora, hay horizontes en mis ojos que emigraron hace mucho.
La vida no tiene perdón para la vida.
Mi alma zarpó a una nube hace ya tanta partida. Ahora me toca a mí que me quedé demorado a acomodar algunas cosas que lloraban o llorábamos demasiado.
No nos juntamos para vivir, sino para amarnos. El amor era la vida. A veces partimos de la vida para recuperarlo pero ya el tiempo nos pide la cuenta de nuestras cosechas. Hay horizontes verdes en mis sueños.
Pongo tu foto sobre esta página mientras escribo, así es más decírtelo, más vivo, más serlo, y esta carta no se vuelve uno más de los tantos mohos que nos derrocan, un poco más del inconfesado armamento de la traición.
Quise oponerme a la sequía a veces con obstinación de cacto. Mis espinas te picaron. Me volví lagarto y repté por tus días con silenciosa muchedumbre de vacío, entonces me pisaste porque no me veías, me intenté alacrán para asustar tu pie y tuve miedo de serlo demasiado, sólo me quedaban los pájaros y quise volar para adornar con algo de poesía nuestro páramo desértico y no hice más que levantar el vuelo para inventar un rumbo de rosa y vi a lo lejos (en esos lejos que nos pasan a veces tan cerca) un jardín incalculable de flores que yo no conocía. Entonces supe que siempre había sido ave y recordé ese jardín que venía buscándome inmascarablemente por entre brotes y altares y tránsito de despedidas.
He venido a decirte que me voy, que me he ido, que tal vez nunca he estado aquí. Nada de eso es verdad. No existimos hasta que no encontramos el espejo. El que fui te quería. El que soy no te ha querido nunca. Por lo tanto, debo haber venido a decirte que estoy muerto, que Rolfi ha muerto, que se transformó en pájaro carpintero y se metió dentro de un tronco y nadie puede ahora adivinar cuál de todas las flores del árbol soy. ¿Para qué contarte que hay una abeja que salió del corazón del oro que sabe mi flor y viene a veces a encerrarse conmigo?
Cada vez estoy menos triste, me cuesta pero creo que es inapelable, que estoy obligado a vivir rotundamente, que las anclas que pesan más que el barco tienen algo de suicidio. Sé que fundé mi zozobra en la isla de otro navegante. Buscando leña y fruta para abastecernos encontré la mía, había un paisaje que reconoció mis ojos, huellas que llamaron y saludaron a mis pies. Vengo a dejarte la fruta y la leña.
Allá lejos me estoy esperando a comer, me estoy esperando a vivir, a besar, a ser, a crecer. Encontré la tierra de mi raíces. Nunca sabía por qué era estas abejas; allí las dejé, había tantos pétalos. Y ese hondo zumbido en mis ojos como el de los caracoles... ahora sé de dónde traía la canción.
Debo pedirte perdón por la tormenta que me arrinconó en tus costas, por haber encallado en tus dientes, por haberme quedado a pernoctar en tu isla, por no ser en fin ni un buen piloto navegante ni un buen carpintero para arreglar el casco roto de mi embarcación. Ahora me voy, dejo un poco de devastación en tus selvas, estragos de hachas en tus troncos, me llevo en mi estructura un poco de tu madera he calafateado mi buque con la saliva y la sangre de tus plantas y después de agotar tus racimos me voy dejando los pecíolos desnudos.
He venido a que me digas que soy un hijo de puta. Ya lo sé.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

 

Esta mañana tiene un aire nuevo
o son nuevos tiempos
que se trepan a mi mirada;
esperanzas desatadas
en conquistas que empiezan,
sueños fulminados
en promesas frescas,
resentimientos olvidados
en el adviento,
que humedece mis mejillas
y abre coincidencias en mis recuerdos.
Son tiempos nuevos
renovación de visas
con fotografías pálidas,
enmarcadas en eternas sonrisas
liberando urgencia
y locuras de versos.
Esta tarde se despide abrigada
combinando sus colores en el horizonte,
y alarga la mirada hasta la noche
en perfumes que la pradera conserva.
Se enredan las madreselvas
en las memorias de los transeúntes,
cuando las farolas con débil luz
acompañan sus pasos furtivos,
mientras un corazón envía un e-mail
de respuesta y cita en esta tarde,
que avanza a galope.
En la ciudad de los amantes
de cualquier otra ciudad,
tu nombre se repite
en el campanario del recuerdo.
Por que el amor es universal.



Como no podría ser de otra forma, la estructura poética tiene un andamiaje que cautiva, con ese elegante manejo de tus imágenes, consevando la luz y distribución de música en sus rincones. Mis sinceras felicitaciones poeta y disculpa el atrevimiento de dejar este humilde comentario, que es solo apenas un reflejo del sol de tu composición. Mi abrazo fraterno.

 

Hola amigo hermosas tus letras,que guardan maravillosas y muy descriptivas sensaciones que vas viviendo a través del proceso de tu partida,un dejo de melancolía en tu relato y mucho sentimiento.Mis felicitaciones.Un abrazo Sandra

 

Tu maravilloso poema Víctor, tu poesía magistral. Gracias Víctor, querido Víctor, muchas gracias por el regalo, hermoso, tan bello.

 

Gracias Víctor, querido Víctor, gracias por tus palabras, muchas gracias amigo compañero.

 

tan identificada me he sentido con tu prosa que hasta sentí que yo misma la escribí,cuantas verdades tan profundas y difícil de decir
me encanto
besos

 

Interesante escrito, me ha encantado la frase " no nos juntamos para vivir, sino para amarnos". Abrazos.

 

Hola,
Aún no me cae el 20 de todo
tu peregrinaje.
Si, soy yo.
Un grata lectura, admiro tu talento.
Saludos y estrellas
¡SONRIE!

 

Hermoso poema-relato de declaració de amor, de principios y de abandono Jorge (1)
Me ha encantado y se lee con avidez
Un placer leerte:

"Me voy como el que huye de un incendio.


No nos juntamos para vivir, sino para amarnos.


"Quise oponerme a la sequía a veces con obstinación de cacto. Mis espinas te picaron. Me volví lagarto y repté por tus días con silenciosa muchedumbre de vacío, entonces me pisaste porque no me veías, me intenté alacrán para asustar tu pie y tuve miedo de serlo demasiado....."

La picadura de los alacranes es muy dolorosa tanto como los abandonos , a pesar de la empatía.


"He venido a que me digas que soy un hijo de puta. Ya lo sé."
UN abrazo enorme POETA






(1) Es la segunda vez que te escribo una respuesta y que no llega,no se si es por el horario, espero que esta sea definitiva.

Un beso

 

señor... solo puedo aplaudirle, espero que me escuche o si no digame pa aplaudirle mas fuerte. un abrazo.

 

"La vida no tiene perdon para la vida" muy profundo, como otras tantas ideas que mencionas en tu escrito. Jorge tienes una prosa riquísima en imagenes y conceptos. Muy bellamente escrito, mi mas sincera enhorabuena, un abrazo.

 

Gracias Jorsan, amiga querida, compañera querida, gracias, muchas gracias.

 

Simplemente hermoso...

Aplausos

 

Alecalo, Alejandra querida de mi vida, gracias amiga querida, muchas gracias.

 

Jorge
sus letras se cuelan en el alma...leyendo su poesía me ha dado ganas de escribir algo...
Le dejo estrellas y un abrazo cálido
Ana

 

"Un hijo de puta"... pero que finalmente decide y reconoce quién es... hay tantos que no se encuentran y siguen habitando sitios donde no solo ellos se dañan, dañan su contexto y no se atreven ya no a ir en busca de quién son, o a donde pertenecen, simplemente ni siquiera se atreven a plantearse que han equivocado el camino... Muy grato es leer esta prosa, me atrapo de principio a fin, CALIDAD en letras, besos por el placer de besar.

 

Contundente, sincera, resolutiva, desoladora y poética despedida ¿Para qué seguir viviendo una falsedad, un espejismo? A veces se alarga innecesariamente lo que ya está escrito en el libro vacío del corazon y de los sentimientos; la desidia, la inercia, la compasión o el miedo son las culpables de la maldita prolongación de un amor caduco, muerto. Pero... no sé por qué elegimos siempre el peor de los momentos. Extroardinario poema de desamor en prosa, mi buen maestro.

 

Amena lectura,
con un curioso cierre.
Te felicito,me resultó muy interesante.
Un beso.

 

Amigo Jorge...
Un profundo poema, lleno de momentos cautivantes, tiempos fructíferos, aromas, imágenes.
Todo enlazando el gusto del espíritu, cautivante,
con profundas huellas de nostalgia.
Interesante, poeta, realmente interesante.
Te felicito poeta
Un abrazo afectuoso
un placer leerte
german g

 

Querido Amigo Jorge. Que bellezas de letras¡¡¡¡ ese amor desamor, y esa despedida,
que mientras lo leía, algunas imagenes, me díeron tristezas, Bellísimo.
Gracias por compartir, estas notálgica prosa. Besos y Abrazos Uruguayos

 

Prisionero, amigo mío de mi vida, gracias amigo querido, muchas gracias.

 

Hola Jorge, no sé ni que decirte pero, no he podido dejar de leer desde el principio hasta la última letra, un besote, pero no te llames hijo de puta, aunque no te conozca, me duele mogollón*

 

Mujerbonita, amiga mía querida de mi corazón, gracias amiga querida, muchas gracias.

 

Sin duda parece que el hecho nos hace volver y seguimos ahí con intangibles cadenas. Gracias por su visita poeta, mis respetos

 

ValenTina, amiga mía querida de mi corazón, gracias amiga querida, muchas gracias.

 

Una partida, un despedida, una terminación fuerte, que es directa al alma. Muy verdadera historia, que trabajo mas bello, sin duda es triste, lamentable y de aspereza de alegría, pero su escrito, hace sentimientos a simple vista. Felicitaciones y gracias por presentar tan bellas obras, gran maestro y amigo Jorge, un gran escritor, y poeta, un gusto ser su amigo.

 

Pelagatos, amigo generoso, amigo mío querido de mi corazón, gracias amigo querido, muchas gracias.

 

Almudena, amiga mía querida de mi corazón, compañera generosa, gracias amiga querida, muchas gracias.

 

Esto es una preciosidad de narración poética,ni decir de tu honestidad en el discurso.Eres sincero en tus sentimientos y los sigues donde te lleven,sobre todo a ese jardín de los pájaros,supongo que es lo mejor que puedes compartir.A veces esa honestidad con nosotros y la vida hace daño a otras personas a la que quieres y te quieren,pero no pueden entender tu mundo inmenso.No creo que te diga hijo de puta,quizás lo entienda.un saludo

 

Una despedida que en si es toda la vida reflejada en esta tremenda poesía, nada queda al aire, perdón , dolor ,sufrimiento, lagrimas, traición,confesión,tristeza,y mucho más... Felicidades amigo Jorge... te envío un cálido abrazo...