Hereja.

Siempre es simpático el que triunfa.
Pío Baroja.

… todos disfrutan de uno. Menos yo. Y eso no es bueno. El pobre Sócrates fue ejecutado por no adorar a los dioses… Entonces… a partir de este minuto necesito un enemigo. Sea enemigo poderoso. O poderoso enemigo. Que parece lo mismo. Pero no es igual… ¿Quién me presta uno? ¡Nadie! Tener un enemigo activa neuronas, sacrifica cualquier sacrificio. Moviliza pensamientos. La capacidad de resistencia. Ayuda a reflexionar. Es la estrategia de las estrategias. Con un solo enemigo eres multitud. Noticia. Consigna. Cartel. El libro más vendido. Poseer enemigos es el delirio de las justificaciones. Nadie te contradice. Todos te respetan, temen. Hoy día… mostrar la cabeza… aunque sea de un sólo enemigo, es una vacuna contra el prójimo. Por estos tiempos vivir sin enemigos es ser culpable de cualquier cosa. Por ejemplo, mi despensa está vacía pues, como he vivido más de cincuenta años sin enemigos, es imposible encontrar trabajo…Y no sé asombre: ¿quien no tiene en el trabajo un enemigo? ¡Hasta mis amigos me rechazan! Vivir sin enemigos es una cabrona maldición. ¿Coooñooo quién me presta uno? ¡Joderr! Necesito comprar alimentos, pagar el servicio de internet, la cara electricidad pero… creo que, en este preciso instante… ¡nadie presta enemigos! Sólo me queda una alternativa. Con una salerosa sonrisa… meneando mis exuberantes caderas… y noche tras noche… ¡voy a declarar una guerra contra mí misma!