Heridas de un amor ajeno

Error es esperar tanto de alguien, hasta que te salen raíces, persistes en hacerte creer que lo imposible tiene cara de verdad, y te niegas... te descojonas pensando, dándole vueltas, y te dices que no es posible, que todo toma tiempo, te justificas dándole razones a lo innombrable, dándole razones a la ausencia...
pero cómo? ¿cómo justificas con palabras algo que jamás existió?... te quedas en blanco... te empiezan a doler las razones, mientras se te hincha el corazón de rabia, y entonces esas razones ya no son justificables, porque ¿cómo justificas las puñaladas de quién dice quererte?... el amor pasa a ser tu peor aliado, y te sientes lastimada, manchada por la burla de años, y te jodes...
te jodes al recordar que le diste todo a la nada, que te quisiste tanto que lograste por fin amar a alguien sinceramente, te jode reconocer que nunca te regresaron una migaja de lo que diste, te jode pensar que fuiste usada, que te miraron a los ojos y te mintieron, que cuando requerías un solo gesto de cariño no hubo tiempo, no eras tan importante como creías y te rompes...
el llanto es el testigo más fiel de la miseria que quedó, te permites liberar las raíces que creaste en el aire, y lloras hasta que concluyes que el amor fue la verdad mas burlada de todos tus sentimientos...
la espera ya no tiene sentido, la espera es un gran signo de interrogación sin respuesta... respuestas que aunque llegaran ya no las necesitas, porque lo que sangró también sanó, porque ya no quieres tolerar un segundo más a quien te lastima, y especialmente porque te diste una oportunidad.

 

Duro, bello, realista; un escrito capaz de remover los sentidos.
Placer pasar a leerte, Lina.
Saludos cordiales.

 

Muchas gracias Engel, por tus palabras y tu tiempo en detenerte a leer. Saludos.