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Hijos del muro

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por Orfelunio, 5 de Octubre de 2012. Respuestas: 0 | Visitas: 955

  1. Orfelunio

    Orfelunio Poeta veterano en el portal

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    muro.jpg

    Hijos del muro



    Se escuchaba a lo lejos el ruido procedente de los mercaderes. Esa noche, y quizá otra más, harían un alto antes de partir de nuevo hacia el interior del imperio en busca de las pobladas ciudades. Su idea era, como es evidente, sacar provecho con sus mercaderías. Después, cargados con especias, artículos de lujo, o simplemente oro, volverían a comerciar con los pueblos de los que eran originarios. Yo no era más que un simple vigía que observaba el deambular de las transacciones, y de vez en cuando adquiría alguno de los productos que ofrecían dichos mercenarios de la vida. Dado que poco podían servirme los artículos de lujo, las excelentes telas o el oro tan deseado, mi única ilusión era la llegada de estas caravanas para conocer los secretos del amor carnal ofrecido por las bárbaras prostitutas. Tuve infinidad de hijos. Cada vez acudían nuevas expertas o repetían algunas de ellas, pero siempre cargadas con alguna criatura, de las cuales era posible que yo fuera el padre. Me contento con saber que estoy haciendo un trabajo doble y para dos imperios: salvaguardar los limes, y poblar con hijos romanos los pueblos bárbaros… Me llamo Claudio Muro Recio. Ahora que soy anciano sigo aquí en mi puesto que ha sido mi vida, mi quehacer, y será también mi muerte y mi sepultura. Todo esto me sucedió por querer conocer la muralla china. La piel es la piel, pero yo no soy chino, ni manchú… Nací en un pueblecito al oeste, en una isla del este llamada Corfú…

    -¡Eh!, ¡vigilante…!

    Asomé un ojo a través del mirador. Era un adolescente de apenas unos catorce años.

    -Dime hijo, ¿qué quieres?

    -Vengo de un pueblecito del interior. Me manda mi madre… Usted debe ser mi padre.

    -Ven, hijo, ven…. Acércate y pasa a conocer a tus hermanos.

    -Te presento a Lex, Pax, Fix, Lux y Tudatex.

    -¿Cuál es tu nombre?

    -Me llamo Chan Zu Teng.

    Desde entonces se llamó Minumax Muro, porque me había llegado la hora, y después no hubo nada, ni nadie, que añadiera más hijos del muro a la gran muralla.


    Los caprichos se pagan muy caros
    porque el pan es barato de hacer;
    si un capricho es el pan, remojaros,
    porque el agua se rompe al nacer.

    Los que nacen entre aguas, que raros,
    que intentando salir por la tez,
    aprendieron el arte nadando
    sin que hubieran nadado una vez.

    Que extraño que ese fluido de vida,
    necesario muro esbeltez,
    nos deja en las arrugas, vestida,
    una piel como escamas del pez.

     
    #1

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