Hilo rojo

En medio de este frío, de esta nieve que no tiene fin… en mi corazón todavía existe calor… un calor de años, de antigüedad, de algo imborrable…allá te dejé, en aquel bullicio del cual escapé para no tener que recordar y enterrar todo aquello que me causo dolor… pero aun aquí en esta distancia de tiempo, de espacio, puedo ver mis cicatrices con un sol distinto, pero que reflejan el mismo sentimiento… pienso hoy en ti, hombre de papel, dueño de mis palabras escritas, de cada una de ellas… la versión más hermosa de mí que solo tú te llevaste... Dentro de este cuerpo aun yace esa pequeña luz que solo tu logras encender, cada vez que me persigues en sueños y canciones, cuando buscas llegar a mi aun sin intención… y aunque todo sea diferente, tu sensación me es familiar y no me deja sola en ningún lugar… en este momento me pregunto si mi huella aún sigue en tu piel, si las arenas del tiempo no han logrado llevarse de ti todo lo que fui… que así como los muertos, a pesar de pasar a la otra vida aún son recordados en esta… siempre existirá una línea directa entre el corazón y la mente, tu estas en medio sosteniendo ambas partes de mi… no importa que tan profundo entierre lo que fuiste, eternamente serás la flor que surge y un reflejo en una ventana por la que hoy me asomo y veo por qué me rendí… pero no puedo odiarte, a pesar de este invierno… la vida me sigue aclamando el dejarte ir… el adiós que nunca me atrevo a decir está aquí y es mi compañero en este turbio fin.

Recorriste mares por mí, tumbaste paredes que construí especialmente para ti y me hiciste entender una vez más que siempre estarás ahí, jamás te rendirás. Pero, algo se rompe en mi cada momento en el que regresas. El amor que te tengo es mi tesoro más preciado y mi maldición más oscura. No deseo estar sin ti, sin embargo ha sido tu decisión vivir en otro lugar donde mi nombre no existe, sólo está esa sensación de mí. No puedes borrarme de ti, pero aun así soy invisible. Y eso hiere, duele… Saber que nunca dejare de ser transparente, no tendré colores en tu mirar. Dime para qué quedarme si sueño con un mundo diferente, pienso en ti de una manera que no encuentro palabras. Enójate todo lo que quieras, siéntete confundido hasta la luna o un poco más… yo… yo siempre lloraré por ti, porque tú eres el único al que mi corazón responde.

Aquí estás, luego de una década. Años después de aquel día en el que no medité, no sabía que eres veneno y éxtasis, adicción. No sé si muero contigo o sin ti, ambos son distintos dolores, pero ambos afectan directo al corazón. A pesar de estar en otros brazos, busco siempre desatarme de ellos para alcanzar tu mano de nuevo. Nunca importará con quien yo esté, tú eres mi guía y no importa si se torna oscuro o claro, igual sigo tu voz. Por ti peco una y otra vez sin remordimiento, como ente hipnotizado caigo en tu baile y bailamos hasta confundirme la razón. Por qué no dejamos esta insensatez, si no estamos hechos para estar en el mismo tallo; somos flores de distintos jardines. Será que es Melendi o pasarle el dedo a la mezcla de torta, o serán todos esos años que crearon un hilo rojo, irremplazable, irrompible.

 

Bellas lineas, bello el transitar , el amor suele ser asi, al menos el verdadero, aquel cuyos matices carecen de sentido sin el coincidir, sin el compás de su latido.
Me agrado mucho leerte, y sin ser fan del hilo rojo, se que hay amores que trascienden mas allá de la distancia tiempo o vidas .
Saludos.

 

Interesante e intensa prosa, querida Jenny$$. Los sentimientos son asi, y nos dejan mejores enseñanzas que los profesores. Quien sea dueño de esta inspiración merece agradecimiento. Permitió una gran fuente de palabras. Un agrado leerte. Drümz.