Historia de un ermitaÑo

A veces estoy demasiado solo con mis sentimientos, nos acurrucamos los dos...Y el techo se vuelve de estrellas, de cielo azulado, los muros se extienden como trincheras Y me quedo solo mirando las constelaciones. A veces el cielo explota ante mis ojos y cae estruendoso encima de la habitación, Las estrellas se esparcen por el piso y la tierra, A veces simplemente me acuesto, me abrazo de la la nostalgia, me visto de la verde tristeza, los caminos se me hacen presipisios,Rencor,Odio,Amor, Son palabras tan distintas Bailando juntas como eslabones.Aveces estoy demasiado solo con mi soledad, rondando los cementerios, leyendo las lapidas perdidas, aveces estoy demasiado acompañado De lo obsoleto Y olvido que esta es la hora de vivir, Y me quedo desolado eclipsando el silencio, mirando las esferas de cristal Que brillan en el cielo absurdo, Puedo recordar la vieja historia, Que en un libro pude ver... De Un hombre ermitaño injusto, que en un muelle se quedo esperando, en un pueblo extranjero Donde los días eran nublados, Esperando el sol se quedo sentado Con la barba añeja y descocida, los ojos melancólicos almendrados, Postergando incluso sus propios recuerdos Contra su corazón, Se asemejaba a la muerte Su propia vida Por que simplemente sentado Se espero el momento inesperado De vivir.
Y un amigo perdido se para frente a su esqueleta presencia, Bajó la luna de un soplido y le grito, Corre hombre ! corre por las plazas de margaritas, Corre ! que la vida te espera allí debajo de las zancadillas, Detrás de los copihues, Para desprender las enredaderas !. Pude ser talvez aquel ermitaño, Aquel ermitaño sentado en el muelle del cielo, que espera un amigo, O un alma perdida, Que baje la luna de un soplido, Para devolverme la vida, O aunque sea el aliento, de la noche, del día, de cuando sea.

 

Buena narrativa la de aquel Ermitaño, seguire tus letras cerca.ABRAZOS