Hojas arrastradas

Hojas arrastradas por vientos anochecidos, se ven marchar por las aceras sin un destino fijo, sin un anhelo por develar. Los peatones pasamos cerca, sin mirar jamás… como si jugáramos a no estar, a vivir prisioneros de nuestros afanes y proyectos. Esclavizados por deudas innecesarias y promesas fuera de contexto. Muertas de hambre las segundas, sobre alimentados los primeros.
Vemos el horario claudicar en un incesante giro de manecillas antirritmicas que andan a deshoras marcando jornadas e ignorando minutos. Todo parece subordinado a lo que piensa el primer café mañanero y su inevitable conclusión en el mingitorio que nos distrae por solo un segmento para luego recluirnos de nuevo en los balances del diario correteo.
Mirar por la ventana está prohibido, por temor a que la mente viaje con la libertad que impera en las mismas aceras que permiten el tránsito a las hojas muertas mientras andan, sin horarios ni agendas, listas para su destino.
La hora de comida se posterga, se apaña y a la vez se le da la vuelta con la esperanza de que rinda el aire que ya se escapa por los poros del desasosiego y el amigo pretérito.
Nos espanta que el momento de esparcimiento se convierta en monóxido con increíble celeridad, haciendo imperante el regresar a producir. Aunque sea una mísera sombra… una sombra que ya no quiere caminar por la misma acera, pues solo puede atestiguar que las hojas secas tienen más libertad.

©®Todos los derechos reservados bajo el nombre de Jorge de Córdoba, Barak ben Asís, Cesarfco.cd∴
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Proverbios 27:11
Se sabio hijo mío y regocija mi corazón
para que pueda responder
al que me está desafiando con escarnio.​

 

No me dejan darte Reputación pues te la he dado hace nada...pero me ha encantado y me gustaría mandartela. Lo hago con el corazón
un abrazo y estrellas

 

Cesar, decirte que me ha encantado tu prosa, las imagenes que nos dejas en ella, el sentimiento, el pensamiento. El transcurrir del tiempo, y esas hojas secas que parecen tener más libertad que uno mismo. No he podido dejarte reputación, pero que cierto es que la mereces. Un abrazo amigo

 

Hola,
hasta el momento muy pocas
de uno depende que sean más,
muchas más.
U gusto leerte
Saludos y estrellas
¡SONRIE!

 

Con la intención de tu parte, basta.

¡Cuantas cosas quedan en la rutina y el conformismo!

Si pudiésemos, cualquiera de nosotros, plasmar el desencanto del momento preciso cuando nos damos cuenta de que estamos aparcados aún sin desearlo... escribiríamos un libro enorme.

Un abrazote.

 

Gracias Rafael. Celebro te hay gustado.

Las palabras que el mundo nos brinda son tan bastas que a veces (solo a veces) pueden describir el sentimiento de una manera precisa.

Un abrazo.

 

Y no solamente pasamos desapercibidos de las hojas, lo mas triste que pasamos junto a seres humanos y no nos damos cuenta como hojas así las etiquetamos, vamos tan a prisa, muy satisfechos de nuestros logros y ellos mendigando un pequeño logro del nuestro, ¿Cuándo se nos caerán las migajas de lo nuestro? Y pensar que esas hojas quedarán en tu jardín ofrecidas como alimento a lo que mas admiras tus rosas y son las que regalas a la persona amada, regalas el espíritu de aquellas hojas... Bello mensaje me trae tu poema te felicito...

 

Gracias Mujerbonita por pasearte entre estas líneas.

Saludos.

 

Gracias Walberto. Celebro te haya gustado.

Un abrazo.