Hojas

Divague dedicado a los pensamientos de un lejano día de otoño que nunca volverá a mí.

HOJAS

Las miro caer, desprenderse las hojas una a una del árbol que les dio vida y flotar, alejarse… volar hasta el infinito para no regresar, son libres, este es el premio por una vida inmóvil, por una vida unidas al árbol, génesis de todas ellas, es el pago por renunciar al mundo, a los confines de la Tierra, por declinar a la libertad desde su nacimiento, atadas, obligadas a permanecer en el mismo sitio y ver como sobre ellas las aves pasan y las nubes, las estrellas, la luna y el sol. Todos pasan, se alejan, algunos regresan, hasta el tiempo avanza en su infinito viaje sin mirar atrás, dejándolas como simples observadoras del eterno movimiento del universo que nunca termina, soñando formar parte de él, añorando ser parte de las piezas del inmenso y dinámico engranaje de la creación.
Y ahora son libres, pero ¿Qué importa?, si este viento de libertad que ahora las lleva suavemente llega demasiado tarde ¿De que sirve este pago tardío, si el valioso tiempo nunca regresara? ¿De qué sirve que puedan ir a donde quieran, que los confines de la tierra las esperen?, ¿De que sirve ahora ser parte de movimiento eterno del cosmos, presente en todas partes? ¿De qué? Si ya están muertas.