Horizontes mustios

Me nacen tus ojos en la piel
esta piel cansada de no ver
un poco más allá de tu piel.

Me gotean tus pestañas
como hiedras que se clavan
en la desnudez de mi soledad.

Me andan tus lágrimas
por pecas y arrugas
desvistiendo sombras.

Me trepan tus manos
los horizontes mustios
del silencio de mis pasos.

Me urge tu calor
como almanaques frívolos
con sus agostos dormidos.

Me hundes en el pecho tu olvido
mientras invento conquistas
tan sólo para olvidar este frío.

 

todo un solo grito ahogado doloroso, pero el final es una puñalada profunda.
un deleite,
C.

 

Amigo; la nostalgia resalta más aún los estadíos de la soledad; duelen tus versos. A pesar de tu eterna tristeza, es agradable verte mi amigo bello.

Un inmenso abrazo Mauricio, cuidate, se te extraña siempre.
Daniel

 

Letras que duelen y clavan su ardor en cada poro, en cada pupila. Es grato volver a leerte, poeta. Mis aplausos y admiración. Big

 

Maso el final, quizás tendría que haber sido menos terrible, pero ya me conoces, todo es un desastre.

Besos, tanto tanto.

 

Gracias Daniel, por estar siempre.
Abrazos

 

Claro que yo tampoco lo olvido, mi querida Ros.
Besos